Desde el pasado 28 de enero ambos organismos gestionaron el alquiler de aeronaves para transportar 56 pasajeros hacia Aruba y Curazao, mientras que ayer 119 pasajeros fueron embarcados hacia los mismos destinos y 80 se dirigirían a Cuba.
El órgano regulador indicó que en los vuelos de retorno se transportará una cantidad similar de pasajeros en ruta hacia Santo Domingo, logrando movilizar de esta manera más de 500 viajeros desde el exterior.
Asumir responsabilidad
El presidente de la Junta de Aviación Civil, Luis Ernesto Camilo, indicó que la medida de alquilar aeronaves para transportar los pasajeros se tomó para facilitar la situación durante el feriado del fin de semana, priorizando las rutas con menor conectividad.
“Corresponde a Pawa Dominicana asumir la responsabilidad moral y económica frente a sus usuarios, tal como establecen las leyes nacionales y la normativa aeronáutica”, precisó.
Camilo invitó a los pasajeros con boletos comprados a dirigirse hacia las oficinas de Pawa Dominicana, como ellos mismos han solicitado por diferentes vías.
Las operaciones de Pawa fueron suspendidas por 90 días, desde el pasado sábado, por la Junta de Aviación Civil, bajo el argumento de que la misma no estaba cumpliendo con los compromisos económicos contraídos con la empresa Aeropuertos Dominicanos Siglo 21 y el Instituto Dominicano de Aviación Civil.
La aerolínea Pawa deberá devolver más de RD$230 millones a los pasajeros si se mantiene la suspensión de sus operaciones, debido a una deuda de más de US$3 millones en tasas aeroportuarias.
Alrededor de 12 mil usuarios de la aerolínea dominicana Pawa fueron afectados por la suspensión de sus operaciones.
1,300 reclamaciones recibió la JAC de pasajeros que compraron boletos.
Los pasajeros se quejaron
Decenas de pasajeros que pretendían volar ayer a través de la suspendida aerolínea continuaban varados en el Aeropuerto Internacional de las Américas a la espera de que sus vuelos fueran reasignados.
Viajeros con destino a Cuba, Aruba, Curazao y Miami dijeron esperar una solución, ya que no cuentan con recursos económicos para permanecer en el país.
La situación ha obligado a muchos pasajeros a permanecer por más de 24 horas en la terminal, teniendo que dormir en el suelo, quejándose de que la aerolínea a la que le compraron sus vuelos no ha dado la cara.