Once bancos privados salieron este jueves al rescate del tambaleante First Republican Bank y le inyectaron US$30.000 millones en sus arcas, según comunicaron autoridades de Estados Unidos, y dieron respiro a esa entidad, que estaba al borde del colapso luego de la caída de otros dos bancos el viernes.
La medida fue anunciada en una declaración conjunta de la jefa del Tesoro, Janet Yellen; el de la Reserva Federal, Jerome Powell, y los titulares del Federal Deposit Insurance Corp. y la Oficina del Contralor de la Moneda.
“Esta muestra de apoyo de un grupo de grandes bancos es muy bienvenida y demuestra la resistencia del sistema bancario”, dijeron en un comunicado.
Cuatro de los bancos más grandes del país –JPMorgan Chase, Bank of America, Citigroup y Wells Fargo–, acordaron contribuir con 5.000 millones de dólares cada uno. Goldman Sachs y Morgan Stanley contribuirán con $ 2.5 mil millones cada uno y BNY Mellon, PNC Bank, State Street, Truist y US Bank agregarán $ 1 mil millones cada uno.
Ida y vuelta
Los detalles aún se estaban resolviendo mientras los bancos discutían el plan con funcionarios y reguladores en Washington DC.
Los grandes bancos habían recibido una afluencia de miles de millones de depósitos de clientes de bancos medianos, incluidos el First Republic, durante la semana pasada a raíz del colapso del Silicon Valley Bank y el Signature Bank, que provocó una ola de desconfianza en el sistema financiero.
Según dijeron fuentes a The Wall Street Journal, el acuerdo con los grandes bancos podría estructurarse de tal manera que ellos estén devolviendo efectivamente parte del dinero que han recaudado de los depositantes de la First Republic, señalaron.
Los expertos financieros dijeron que la intervención representó uno de los movimientos más radicales en la historia moderna de la banca estadounidense. Y que esta decisión, justo después de la medida del fin de semana pasado del gobierno de Joe Biden para respaldar los depósitos en SVB, reflejó el grado de preocupación de la Casa Blanca y de ejecutivos de Wall Street sobre la estabilidad de la industria.
EL First Republic Bank en San Francisco. Foto AFP
Más allá de los detalles, cualquier acuerdo de rescate resolvería los problemas inmediatos de FR, que había sufrido una drástica caída del precio de sus acciones y la huida de sus depósitos. Aunque, claro, luego habría que revisar los problemas gerenciales y de inversión del banco que contribuyeron a su delicada situación.
Más allá de este banco en particular, el rescate es un esfuerzo extraordinario para proteger a todo el sistema bancario del pánico generalizado y poner una especie de cortafuegos para que el contagio no se extienda. Después de la caída del SVP y el Signature luego de que los depositantes retiraran miles de millones, se vislumbraba al First Republic como la próxima víctima.
Las acciones de First Republic estuvieron golpeadas durante días y cayeron bruscamente este jueves por la mañana por preocupaciones por la salud del banco. Pero después de que se informara sobre el plan de rescate de los bancos sus acciones cerraron con un alza de 10%, y los tres índices bursátiles también terminaron en positivo.
El estado del banco
El First, con sede en San Francisco, tiene una clientela similar al SVB, con carteras de empresas tecnológicas y de depósitos mayores a US$250.000. El banco ha dicho que es estable y que las pérdidas de depósitos no son abrumadoras. Pero S&P Global Ratings rebajó el miércoles la calificación de los bonos del banco a la categoría de basura y los inversores continuaron vendiendo, agregando más incertidumbre .
Más temprano el jueves, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, había sido convocada ante el Comité de Finanzas del Senado para que informara sobre la situación que mantuvo en vilo al mundo estos días. La funcionaria dijo que el sistema bancario estadounidense “sigue siendo sólido” y trató de tranquilizar a los legisladores de que los reguladores estaban tomando las medidas necesarias para proteger al público.
Un operador de Bolsa en Wall Streer. Foto Reuters
Yellen discutió personalmente la idea de una inyección de capital privado para el First Republic en una llamada telefónica con el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, quien se puso a trabajar para que los bancos estuvieran de acuerdo con el concepto, dijeron fuentes a The Washington Post. Yellen y Dimon llamaron a varios directores ejecutivos mientras el plan se cohesionaba.
Funcionarios federales sostuvieron una llamada telefónica adicional con directores ejecutivos y reguladores el jueves por la mañana para confirmar los detalles del plan, y Yellen se reunió en persona con Dimon en el Departamento del Tesoro poco antes de que se anunciara formalmente la medida. Yellen coordinó estrechamente el plan con el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Jeff Zients, y la directora del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Lael Brainard.
Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, el gigante bancario Credit Suisse tomó un salvavidas de $ 54 mil millones del banco central de Suiza y la medida provocó alivio general. El Banco Central Europeo mantuvo luego el rumbo al elevar las tasas de interés en medio punto porcentual, apegándose al plan que los responsables políticos habían presentado incluso cuando uno de los bancos más grandes de Europa tuviera problemas.
PB