La gravedad del escenario en la región y sus posibles consecuencias globales que disparó el ataque del grupo fundamentalista Hamas, lo brinda la altura de la ofensiva diplomática en marcha para intentar evitar que la crisis derive en una guerra ampliada con jugadores nacionales.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario de Alemania, Olaf Scholz, evalúan viajar a Israel para reuniones urgentes con el gobierno del controvertido primer ministro Benjamín Netanyahu.
El interés formal es expresar la solidaridad con Israel, víctima de la ofensiva del terrorismo de Hamas, pero en lo profundo se busca que se desista de una invasión a la Franja de Gaza que causaría una montaña adicional de muertos, incluidos soldados propios y sería utilizada por los enemigos de Israel como un pretexto para involucrarse en el conflicto.
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, advirtió hace pocas horas en declaraciones en Estados Unidos sobre el peligro concreto de que Irán ingrese en la guerra para sostener a la organización Hamas de la cual es antiguo aliado. Eso sucedería si se abre el frente norte donde hay actividad del grupo Hezbollah, el más poderoso de la región.
Hay un gran debate en Israel sobre los pasos próximos y entre los principales aliados internacionales del país.
La agencia AP citó este lunes un funcionario del gobierno norteamericano que comentó sobre el eventual e inminente viaje del mandatario enfocado en el riesgo de que una invasión israelí a Gaza precisamente pudiese detonar una guerra más amplia con consecuencias devastadoras.
El primer ministro de Israel y líder del Likud, Benjamín Netanyahu EFE
El desafío de Netanyahu
El canciller norteamericano Antony Blinken ha recorrido la región durante toda la semana con dos viajes a Arabia Saudita e Israel, reiteraciones fuera de agenda, en un esfuerzo claro para tratar de encarrilar la crisis.
El gobierno israelí, que ha estado muy cuestionado en las calles del país por su integración con partidos minoritarios de fanáticos ultraortodoxos que buscaron reducir la capacidad del poder judicial, sufrió con este ataque una descomunal erosión debido a que se descuenta que por esa batalla política se descuidó la seguridad nacional.
En ese contexto Netanyahu puede intentar recuperar algo de iniciativa lanzando un invasión terminal que descabece completamente a Hamas pero a un costo no mensurado. El premier incluso no ha reconocido aún públicamente los errores de seguridad cometidos. “Pienso que sería un gran error”, indicó Biden en declaraciones al programa 60 Minutes de la CBS, en relación a la posible intención de Israel de invadir la Franja.
“Miren, lo que sucedió en Gaza, desde mi punto de vista, es Hamas, y los elementos extremistas de Hamas no representan a todo el pueblo palestino. Y pienso que sería un error que Israel ocupara nuevamente Gaza”.
Sin embargo, añadió, “eliminar a los extremistas es un requerimiento necesario”.
“Confío en que Israel actuará bajo las reglas de guerra”, dijo Biden durante la entrevista. “Hay estándares por los que se rigen las instituciones y los países democráticos. Y confío en que habrá la capacidad para que los inocentes en Gaza puedan tener acceso a medicamentos y alimentos y agua”.
El gobierno israelí, además, está presionado por la gente que en general demanda venganza. Los israelíes del sur del país, que evacuaron las poblaciones cercanas a la Franja de Gaza, le han advertido que no regresarán si no se avanza de modo definitivo contra la organización terrorista que tomó en un golpe el control de ese territorio en 2007. “O ellos o nosotros” se lee en leyendas en las redes.
El ex primer ministro laborista, Ehud Barak, critico frecuente y duro del gobierno de Netanyahu, aseguró que las fuerzas militares pueden desactivar al grupo Hamas en un periodo de unas pocas semanas- Pero sostuvo que la solución definitiva para esta crisis es que se fortalezca a la Autoridad Palestina de Ramallah en Cisjordania para que tome el gobierno de la Franja previa pacificación con una intervención del territorio por parte de un puñado de países árabes.
“Hamas no representa los intereses palestinos”
Es una noción que esgrime también la diplomacia occidental. Biden sostuvo recientemente una charla telefónica con su colega palestino, Mahmud Abbas. Una reunión en la cual el líder de la Casa Blanca prometió ayuda humanitaria para los gazatíes, pero que también simbolizó la importancia que Washington otorga a la conducción palestina, en general ignorada por Netanyahu y sus socios políticos. Abbas señaló hace pocas horas que Hamas “no representa los intereses palestinos”.
El canciller norteamericano Antony Blinken durante la reunión que sostuvo con el prícipe heredero saudita Mohammed bin Salman en Riad. EFE
Los líderes árabes, incluso los más cercanos a Israel como el gobierno egipcio, denuncian que ha habido un exceso del “derecho a a la autodefensa” ejercicio por Israel y se ha emprendido un castigo colectivo con consecuencias difíciles de pronosticar. Es el mensaje que Blinken escuchó en El Cairo.
El canciller enfatizó en sus contactos la preocupación en Occidente de evitar un desmadre. “Tenemos que hacer todo lo posible para asegurarnos de que esto no se extienda a otros lugares, una visión compartida con los países árabes para salvaguardar vidas inocentes, una visión compartida para conseguir asistencia a los palestinos en Gaza que la necesitan, y estamos trabajando mucho en eso”.
Sullivan, este domingo, reiteró ante numerosos micrófonos de los noticieros que “todas las operaciones militares deben llevarse a cabo en apego a las leyes de guerra, que los civiles deben ser protegidos”. Señales consistentes hacia Israel.
Jerusalén. Enviado Especial