Un año antes del asesinato de Jamal Khashoggi en el consulado de Estambul, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, le dijo a uno de sus hombres que le “metería una bala” al periodista afincado en Estados Unidos si no regresaba al país. Así lo revelan conversaciones interceptadas por los servicios de espionaje norteamericanos, según The New York Times. Justo tras la desaparición de Khashoggi, este diario ya publicó la existencia de las grabaciones.
La persona con la que habla Bin Salman no ha sido identificada por el Times. Tampoco parece evidente que el príncipe se refiriera específicamente a pegarle un tiro al periodista pero sí a ponerlo fuera de circulación de algún modo. Hasta el momento, estas grabaciones, realizadas por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA en sus siglas en inglés) son la prueba más palpables de la implicación del príncipe en la muerte del periodista. La NSA, según el diario, ha estado suministrando a la Casa Blanca, así como a algunos gobiernos aliados, informes sobre las comunicaciones de Bin Salman. Unas semanas después del asesinato del 3 de octubre del 2019, la CIA emitió sus primeras conclusiones, señalando al heredero saudí como responsable.