Un nuevo estudio de visualización de flujo del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) demuestra claramente por qué las mascarillas faciales con válvulas de exhalación no son efectivas para frenar la propagación del COVID-19.

A medida que nos acercamos a fines de 2020, está claro que se recomienda el uso generalizado de mascarillas faciales en la mayor parte del mundo como una herramienta vital para prevenir la infección por COVID-19 y la propagación viral lenta en una comunidad. Mientras los investigadores investigan qué materiales de una mascarilla son más protectores, otros expertos sugieren que debemos evitar algunos tipos específicos de mascarillas.

Las máscaras faciales con válvulas de escape se han señalado durante meses como potencialmente ineficaces para sofocar las exhalaciones y el ingeniero del NIST, Matthew Staymates, se propuso visualizar exactamente cómo este tipo de máscaras pueden proyectar gotas en el aire. “No uso una máscara para protegerme”, dice Staymates.

“La uso para proteger a mi vecino, porque podría ser asintomático y propagar el virus sin siquiera saberlo. Pero si llevo una máscara con una válvula, no estoy ayudando “.

Los últimos experimentos de Staymates, publicados en la revista Physics of Fluids, utilizan dos técnicas de visualización de flujo para ilustrar exactamente cómo este tipo de máscaras permiten que el aire exhalado se disperse en el entorno circundante.

En dos videos Staymates demuestra por qué estas máscaras son fundamentalmente inútiles para controlar la transmisión de gotitas respiratorias durante una pandemia. “Cuando se comparan los videos uno al lado del otro, la diferencia es sorprendente”, señala. “Estos videos muestran cómo las válvulas permiten que el aire salga de la máscara sin filtrarlo, lo que frustra el propósito de la máscara”.

Este tipo de mascarillas N95 ha ganado popularidad ya que son mucho más fáciles de respirar en comparación con una cubierta facial normal. Sin embargo, fueron diseñados principalmente para usos tales como proteger a los trabajadores de la construcción del polvo o al personal del hospital de los pacientes infectados.

Es importante notar que estos videos no demuestran el movimiento de partículas virales. En cambio, este tipo de visualizaciones del flujo de aire ofrecen representaciones fáciles de entender de cómo las exhalaciones pueden escapar de una máscara aparentemente segura. Staymates espera que su trabajo ayude al público en general a comprender la importancia de usar el tipo correcto de mascarillas faciales. “Mi esperanza es que este trabajo ayude a informar a una gran audiencia de que las válvulas en una máscara no son útiles mientras luchamos juntos contra esta pandemia mundial”, concluye.

El nuevo estudio se publicó en la revista Physics of Fluids.

Fuentes: NIST, Instituto Americano de Física