Una nueva alarma sonó hace unos días, cuando el diario británico The Sun publicó que una estrella de la Premier League se convirtió en el primer futbolista de este nivel en ingresar a un programa de rehabilitación por su adicción al gas de la risa. El uso del óxido nitroso, también conocido popularmente como hippy crack, está bastante extendido entre los jugadores, pese a recientes modificaciones legales que lo han categorizado como droga de Clase C.
El jugador, cuya identidad fue resguardada, fue internado en un centro especializado durante la temporada navideña, después de que la policía detuviera un vehículo en el que viajaba, descubriendo en el proceso decenas de tubos de gas en el habitáculo.
“Su familia se dio cuenta y pidió ayuda al club. Al jugador le dijeron que si quería salvar su carrera, tenía que ir a un centro residencial especializado y buscar ayuda”, narró una fuente al citado medio. Pero una investigación divulgada por The Sun este lunes da cuenta de que los más importantes clubes de fútbol de Europa han comenzado a realizar pruebas a los jugadores para detectar el uso de óxido nitroso, ante el incremento del número de adictos en esta disciplina.
“Los equipos están notando enormes diferencias en la capacidad pulmonar esperada de los jugadores y en su rendimiento real”, subraya el artículo que, sin nombrar a los protagonistas, ofrece casos testigo que ilustran la gravedad de la situación.
“Un jugador que iba a fichar por un club de campeonato de Segunda División (Championship) vio cómo el acuerdo colapsaba después de que los médicos que realizaban su examen médico descubrieran signos de que su sistema nervioso estaba devastado por el uso del gas”, reveló la investigación.
El problema lleva varios años. En este imagen, de 2018, un grupo de futbolistas del Arsenal consumen óxido nitroso en una fiesta
Pero hubo más casos a los que la nota les corrió el velo: “Un jugador de Premier gastó 10.000 libras en botes de gas de la risa para una fiesta de cumpleaños reciente. Otro futbolista era enormemente adicto. Estaba en un club y durante un examen físico dijeron que tenía los nervios de las piernas jodidos. Admitió que estaba haciendo muchos globos y se deshicieron de él. Su agente lo llevó a otro club para una prueba y estaban ansiosos por ficharlo. Pero cuando le hicieron el examen médico, básicamente dijeron: ‘Eres un adicto’ y terminaron con su interés. Ahora está sin club”.
“Es un problema absolutamente enorme, que los clubes apenas están empezando a comprender y controlar. Los jugadores creen que pueden salirse con la suya porque no aparece en las pruebas de drogas y hasta hace poco no era ilegal, pero algunos son adictos y está teniendo un efecto enormemente negativo en su salud y sus carreras”, le indicó una fuente de la liga más poderosa del mundo a The Sun.
Los estudios relacionados al consumo del óxido nitroso han indicado que el uso prolongado del mismo puede reducir los niveles corporales de vitamina B12, esencial para la función nerviosa.