“No puedo respirar”. Las palabras que pronunció el ciudadano afroamericano George Floyd antes de morir asfixiado de un policía mientras era arrestado se han convertido en el eslogan de la ola de indignación que recorre Estados Unidos desde principios de semana. La detención de Derek Chauvin, el agente que le aplastó el cuello con su rodilla, que ha sido acusado de asesinato en tercer grado y homicidio imprudente, no ha logrado frenar las protestas, a veces violentas, cuyos ecos se han escuchado en ciudades como Nueva York, Boston, Los Angeles, Dallas o Atlanta han traspasado la Casa Blanca.
Lejos de apaciguar la situación, el presidente estadounidense, Donald Trump, envió a la guardia nacional a Mineápolis, donde ocurrieron los hechos, y advirtió a los manifestantes con estas palabras: “cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos”. Su augurio fatal se cumplió en Detroit donde la pasada noche murió un joven tras alcanzado por los disparos de un desconocido contra un grupo de manifestantes.
De 46 años, George Floyd fue detenido el pasado lunes después de que la policía recibiera la llamada del dependiente de una tienda denunciando que supuestamente había intentado pagar un paquete de cigarrillos con un billete falso. Su agonía y sus súplicas duraron diez minutos ante la presencia de otros tres agentes que no hicieron nada.
La esposa del agente que mató a Floyd se divorcia de él
El viernes no fue el mejor día para el expolicía Derek Chauvin, de Mineápolis. Tras su detención y su procesamiento por la muerte del afroamericano George Floyd durante su detención el pasado lunes, su esposa anunció que se divorcia.
Chauvin es el policía blanco que, según se ve en videos grabados por transeúntes, mantiene sometido en el suelo a Floyd, subido a él y con su rodilla sobre su cuello durante varios minutos, sin atender a sus ruegos de que no puede respirar, hasta que llega una ambulancia y se lo lleva sin señales de vida.
Un abogado de la firma Sekula Law Offices, que representa a Kellie Chauvin, emitió esta noche un comunicado en el que dice que su representada, “devastada” por la muerte del afroamericano, anuncia que ha decido “disolver su matrimonio”.
“Esta noche hablé con Kellie Chauvin y su familia. Está devastada por la muerte del señor Floyd y sus mayores simpatías recaen en su familia, sus seres queridos y todos los que están sufriendo esta tragedia”, reza el comunicado.
“Aunque la señora Chauvin no tiene hijos de su matrimonio actual, respetuosamente solicita que sus hijos, sus padres y toda su familia tengan seguridad y privacidad en este momento difícil”, agregó.
Antes del anuncio de divorcio de su esposa, una antigua reina de belleza de Minesota, el comisionado del Departamento de Seguridad Pública del estado, John Harrington, anunció que Chauvin, de 44 años, había sido arrestado por personal de la policía criminal.
Después de lo cual, el fiscal del condado de Hennepin (Minesota), Mike Freeman, reveló que había presentado cargos de asesinato y homicidio imprudente contra el exagente, que fue expulsado de la policía junto a los otros tres compañeros que participaron en los hechos.
“Sólo podemos presentar cargos por un caso cuando tenemos suficientes pruebas admisibles para probar un caso más allá de la duda razonable”, explicó el fiscal para justificar porqué había tardado tanto en presentar las acusaciones.
Agencia EFE