Según las informaciones facilitadas por el diario brasileño ‘O Globo’, las protestas se han sucedido en Aracaju, Brasilia, Belém, Belo Horizonte, Campo Grande, Cuiabá, Curitiba, Fortaleza, Goiania, Joao Pessoa, Manaus, Natal, Palmas, Recife, Rio Branco, Río de Janeiro, Salvador, Sao Luís, Sao Paulo y Teresina.
En el caso de Río de Janeiro, los manifestantes han reclamado además la dimisión del gobernador, Luiz Fernando Pezao, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el partido que lidera Temer.
La mayoría de las protestas han sido convocadas por movimientos sociales y sindicales del país y, si bien no han sido tan masivas como las celebradas antes del ‘impeachment’ a Dilma Rousseff, incrementan la presión sobre el mandatario.
Temer solicitó el sábado que se suspenda la investigación del Tribunal Supremo Federal (STF) abierta contra él para discernir si participó en el cobro de sobornos en un intento por impedir que Cunha revelara detalles del caso de corrupción Petrobras.
Temer aseguró que la grabación de audio con el magnate Eike Batista ha sido editada hasta en 50 ocasiones. “Es un montaje, una acción deliberada para incriminar a ciertas personas. Brasil camina rumbo a la recuperación económica”, señaló.
Apenas un día antes, el STF difundió las grabaciones en las que el presidente presuntamente ordena a Batista que mantenga los pagos a Cunha y a su entorno para garantizar su silencio.
Batista, propietario de JBS, la mayor productora de carne del mundo, grabó sus conversaciones con Temer, en las que éste le explica que “es importante mantener” los pagos mensuales a Lucio Funaro, el hombre de confianza de Cunha en el Congreso, para “garantizar el silencio”.
Las entregas periódicas ascendían a 400.00 reales (unos 110.000 euros) y, en total, el presidente pagó a Cunha unos 5 millones de reales (1,3 millones de euros) cuando ya estaba preso.
El magnate brasileño también reconoce que hizo cuantiosas aportaciones a los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff a través de los ex ministros Guido Mantega y Antonio Palocci. En 2014, el saldo de las cuentas en Brasil y en el extranjero de ambos ex mandatarios alcanzaba los 150 millones de dólares.
La transcripción de las grabaciones y los audios se conocieron después de que Edson Fachin, el magistrado responsable de la investigación del caso ‘Lava Jato’ en el Tribunal Supremo, levantara parte del secreto de sumario argumentando que, de no hacerlo, podrían cometerse más delitos como los investigados.
Temer aclaró el jueves por la noche que no dimitirá. La oposición, sin embargo, ya ha solicitado un ‘impeachment’ en su contra. De salir adelante, sería el segundo en menos de un año en Brasil, después del que el propio Temer ejecutó contra Rousseff por irregularidades contables.