Salvador Rangel, obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, en el sureño estado mexicano de Guerrero, anunció este domingo que ha pedido al narcotráfico que garantice un proceso electoral seguro sin más asesinatos de candidatos, informan medios locales.
“Aprovechando esta reunión, yo les pedí que no hubiera más asesinatos de candidatos y ellos me prometieron que iban a evitar esto, que iban a dejar una elección libre y que no se iban a meter”, dijo Range durante una entrevista concedida después de una misa oficiada por él.
El obispo dijo haberse reunido con miembros de una organización de narcotraficantes, cuyo líder se comprometió a no realizar acciones de este tipo con dos condiciones: “que los candidatos no repartan dinero para comprar el voto” y que lo utilicen en obras para la comunidad y “cumplan con lo que prometen”, porque después de llegar al poder “se olvidan de la gente”, dijo el representante de la organización, según palabras del prelado.
Según Rangel, que asistió el pasado viernes a la reunión con un helicóptero alquilado por los habitantes, se reunió con los narcotraficantes para agradecerles que reestablecieran la luz y el agua en la comunidad de Pueblo Viejo de la Sierra, donde no contaban con esos servicios desde hacía dos meses.
Desde que se inició el proceso electoral en el estado de Guerrero, han sido asesinados 11 políticos que habían expresado su intención de presentarse a las elecciones estatales de Guerrero, que se celebrarán el próximo 1 de julio.
El pasado mes de febrero Rangel se pronunció a favor de dialogar con los líderes del crimen organizado para aminorar los índices de violencia que azotan a México tras el asesinato de varios sacerdotes en el estado de Guerrero.