“México no puede ser un cementerio”, han clamado los LeBarón en el Senado. Julián, Adrián y Adriana LeBarón, en representación de esta familia mormona, han acudido al Senado un día después de reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta familia, tristemente conocida por la masacre en noviembre por sicarios de nueve mujeres y niños de su comunidad, se ha convertido en una de las voces que denuncia con más fuerza la violencia en México. No obstante, su doble nacionalidad estadounidense y su postura a favor de una intervención de Donald Trump para luchar contra el narcotráfico levantan recelos en el país.
“Ustedes, Congreso, ustedes deben de ayudarnos. Por favor, es su trabajo”, clamó Adrián LeBarón, quien subrayó su deseo de que la justicia sea igual para todos en el país.
“Yo vengo aquí a acusar a todos los senadores de habernos desertado, de haber desertado su obligación -añadió Julián LeBarón-. Mientras que estamos aquí, en las calles de nuestro país los asesinos le están arrebatando la vida a nuestros hermanos”.
“Obvio que son terroristas”, dice Adriana LeBarón
Adriana LeBarón dejó claro que comparte la opinión de Trump de que los cárteles son grupos terroristas y apoyó abiertamente la colaboración estadounidense en la lucha contra la violencia en el país.
“Obvio que son terroristas. La violencia que están causando en México es una crisis mundial. Todo el mundo lo puede ver así. Hay que pedir ayuda de nuestros vecinos y del mundo”, afirmó.