Manuel Merino anunció este domingo su dimisión “irrevocable” a la Presidencia de Perú e instó a la “paz y la unidad”, un paso que abre camino a la solución de la grave y profunda crisis política que afronta el país desde que asumió el poder hace una semana.
Merino anunció su dimisión en un mensaje televisado a la nación, apenas minutos después de que el Congreso exhortara al mandatario a renunciar mientras convocaba a un pleno extraordinario para encontrar una salida constitucional a la crisis y hallar un sucesor al presidente dimisionario.
La noticia de su renuncia fue recibida con algarabía y aplausos en las calles, donde miles de ciudadanos proseguían con las protestas para pedir su salida del Palacio de Gobierno.
Merino tenía las horas contadas al frente de Perú, aunque sale con el saldo trágico de, al menos, dos muertos, más de cien heridos y decenas de desaparecidos en las marchas de protesta contra su Gobierno. Estos sucesos, que adquirieron un tono más duro el sábado, el día de la protesta más multitudinaria y en la que participaron miles de personas, hicieron imposible su permanencia en el poder.
En su comunicado televisado, aparentemente no había ningún atisbo de autocrítica por estos sucesos, y el dimisionario mandatario se limitó a expresar sus condolencias a los familiares de los fallecidos y a los ciudadanos que ejercieron “su derecho a manifestarse”, al tiempo que indicó que lo acaecido será debidamente investigado.
El que fuera el presidente del Congreso, también se defendió por haber asumido el poder tras la destitución de Martín Vizcarra, algo que hizo según “el mandato constitucional” y “con responsabilidad, humildad y honor”.
Semana de protestas
Vizcarra fue destituido por una abrumadora mayoría en el Congreso, presidido por Manuel Merino, que le acusaba de “incapacidad moral” para dirigir el país, debido a las acusaciones de corrupción que pesan sobre él. Casi inmediatamente, Merino, que personifica los intereses de varios partidos presentes en el hemiciclo contrarios a la lucha anticorrupción y la reforma universitaria impulsadas por Vizcarra, ocupó el cargo, una asunción que no fue bien recibida por una gran parte de los peruanos.
Cientos de personas continúan en las calles tras el anuncio de dimisión de Merino. Reuters Lima
Algunos de ellos creen que la maniobra contra Vizcarra es un golpe de Estado, mientras otros opinan que en Perú se abusa del artículo 113 de la Constitución, que justifica la “vacancia” (destitución) de un presidente por “incapacidad moral”. Dicho artículo no especifica qué escenarios se pueden considerar “incapacitantes”, lo que ha provocado varias mociones contra presidentes en los últimos años y el hartazgo social, acentuado por la crisis económica y sanitaria provocada por el coronavirus.
Así, tres personas han ocupado la presidencia del país desde 2016: Pedro Pablo Kuczyinski, que dimitió en 2018, también acusado por corrupción y en medio de dos mociones de vacancia; Martín Vizcarra y ahora Manuel Merino.
Los ánimos de la población, que cuestionaba la sucesión de Vizcarra, fueron caldeados también por la represión policial contra los manifestantes y las constantes muestras de desprecio a la opinión popular por parte de los promotores de la destitución del expresidente Martín Vizcarra. El primer ministro del Gobierno, Ántero Flores-Aráoz, llegó a declarar el viernes que no comprendía el descontento de la ciudadanía, que llevaban varios días protestando en las calles.
“Quiero comprender que algo les fastidia, pero no sé qué”, afirmó Flores-Aráoz, un político conservador de 78 años, que fue candidato a la Presidencia de Perú en las últimas elecciones de 2016, y donde sacó un irrisorio 0,43 % de los votos, según el periódico El Espectador.
“Lo que sucede es gravísimo. Muertos. El señor Merino tiene que irse, no tiene autoridad siquiera para llamarse presidente interino. Nadie nunca lo reconoció, este pueblo menos. No puede seguir al frente del gobierno con las manos manchadas de sangre”, dijo el sábado a Efe la diputada Mirtha Vázquez, del izquierdista Frente Amplio.
“Estoy consternada realmente, porque lo advertimos, y estos resultados trágicos son producto de esta necedad, de esta prepotencia… Realmente nos indigna mucho, pudiendo haberse evitado esta víctimas fatales, no se quiso”, se lamentó la diputada.
Elecciones en 2021
El presidente saliente también utilizó su mensaje para defenderse de las críticas y garantizar la celebración de los comicios planeados para abril de 2021. Merino arremetió contra las “voces” que “pretendieron confundir al país con que se estaba buscando sacar al presidente para postergarlas y que un grupo con mi participación busque perpetuarse en el gobierno”.
“Soy demócrata, respeto las leyes y este es un Gobierno de transición. Nuestro primer objetivo es garantizar las elecciones transparentes y limpias. Nada ni nadie puede impedirlas”, aseguró.
Subrayó además que “ninguna salida de esta crisis” se debe realizar fuera del marco constitucional y señaló que hasta que eso se produzca “no puede haber un vacío de poder”, por lo que indicó que todos los ministros de su Gobierno, pese a que hace horas que anunciaron su renuncia “continuarán en sus cargos hasta que la incertidumbre se pueda resolver”.
Para ello, está programado que este domingo a las 16:00 (22:00, hora peninsular española) se celebre un pleno extraordinario en el Congreso, que elegirá una nueva Mesa Directiva, cuyo presidente asumirá el rol de presidente de la República. Según el diario AS Perú, la mayoría de bancadas ha propuesto que la Mesa Directiva esté formada obligatoriamente por algunos de los 19 congresistas que votaron en contra de la vacancia de Martín Vizcarra, con el objetivo de que haya mayor consenso a la hora de elegir al sustituto de Merino.