Los dos líderes reiteraron su compromiso compartido de enfrentar los desafíos regionales como Venezuela y la actividad económica depredadora china”. Un breve comunicado, repartido por la comitiva de Estados Unidos tras la reunión entre Mauricio Macri y Donald Trump en Casa Rosada, dio cuenta de la agenda que discutieron ambos mandatarios en la previa del inicio formal del G20.
Según la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, Macri y Trump también discutieron sobre la situación en Venezuela y de “la intención de la Argentina de seguir adelante con la agenda económica en favor del crecimiento y de expandir el comercio justo y recíproco entre los dos países”.
Con casi media hora de demora -la llegada del presidente norteamericano se dio pasadas las 7.20 cuando estaba prevista para las 6.55-, y luego de dos discursos breves, cálidos e improvisados que se salieron del protocolo oficial, los presidentes de Argentina y Estados Unidos, además, analizaron la situación en Venezuela y volvieron a mostrar la buena sintonía entre ambas administraciones.
“Fue una reunión altamente positiva, está claro que Argentina tiene el respaldo del gobierno de los Estados Unidos“, aseguró el canciller Jorge Faurie tras la reunión, en el primer piso de la Casa Rosada. El jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros Nicolás Dujovne y Patricia Bullrich; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y el embajador argentino en Washington, Fernando Oris de Roa, fueron parte de la delegación argentina que participó del encuentro junto a Macri y el canciller.
Por el lado de Estados Unidos, John Kelly, jefe de Gabinete; Michael Pompeo, secretario de Estado; Larry Kudlow, subsecretario Económico; John Bolton, del Consejo de Seguridad nacional; Edward Prado, embajador norteamericano en nuestro país, y Sarah Sanders, vocera presidencial, fueron los integrantes del gabinete norteamericano que acompañaron a Trump. “Entendimiento y confianza entre nuestras naciones”, dijo Prado en su cuenta oficial de Twitter tras la reunión.
A diferencia del comunicado de la Casa Blanca, Faurie y Dujovne señalaron que no se abundó en la batalla arancelaria entre China y Estados Unidos que tiene en vilo al comercio mundial y en la agenda particular de la cumbre del G20, aunque el canciller sí resaltó que “el diálogo que el presidente Trump prevé con el presidente Xi es una señal de que hay un diálogo para construir algún tipo de solución”.
Hay negociaciones acaloradas por la redacción del documento final que se debería divulgar este sábado, en el final de la cumbre. Por la tarde, el jefe de Estado norteamericano y Xi Jinping cenarán, temprano, en una cumbre dentro de la cumbre formal del Grupo de los 20 que acapara todas las miradas. Incluso la de Argentina.
Sí, en cambio, los jefes de Estado argentino y estadounidense analizaron el comercio bilateral -ahondaron en los proyectos de Vaca Muerta-, los acuerdos de cooperación entre el Ministerio de Seguridad argentino y la gestión norteamericana en materia de lucha contra el narcotráfico y la situación en Venezuela.
“Se habló en particular de lo que significa Venezuela, el tema de la falta de democracia, de la continuidad sostenida de la falta de democracia en Venezuela, y del impacto que tiene en cuestiones migratorias”, señaló Faurie a los medios acreditados para la reunión bilateral. “Hemos intercambiado las impresiones sobre Venezuela, son muy coincidentes. Está claro que no hay democracia en Venezuela y es muy difícil la correlación con los países de la región, y obviamente con Estados Unidos. Estados Unidos reconoce que teniendo una actuación en muchos escenarios internacionales, es una cuestión que los inquieta”, agregó el canciller.
Trump había llegado a Casa Rosada a las 7.24 en medio de un impresionante operativo de seguridad que lo trasladó desde el Hotel Alvear hasta la sede del Gobierno. Se dio un fuerte apretón de manos con Macri, entre risas, posaron para la foto oficial en el Salón Blanco y luego improvisaron unas palabras sin micrófono, fuera del protocolo, en la que volvieron a referirse al vínculo de ambas familias de año atrás, que atravesó el desayuno posterior y que, según voceros oficiales, es clave para la relación entre las gestiones.
La traducción del mensaje del jefe de Estado argentino fue defectuosa en el auricular que sostenía el presidente norteamericano en su oído derecho, que se hizo evidente en sus gestos adustos. Cuando Macri terminó su discurso, Trump tiró el auricular al piso y ensayó breves palabras.
“Quería decirles que hace años que soy amigo de Mauricio. Nos conocíamos muy bien. En realidad, hice negocios con su familia, con su padre, excelente y muy buen amigo mío. Hubo un gran trabajo exitoso, uno de los grandes trabajos que hicimos en Manhattan, en la época en que yo era solamente un ciudadano civil, sin saber que su hijo, en un momento, se convertiría en presidente de Argentina. Y creo que tu tampoco sabías que yo me iba a convertir en presidente de los Estados Unidos”, dijo Trump. Según voceros del Gobierno, “estuvo de muy buen humor”.
“Agradecemos el apoyo de Estados Unidos, sobre todo en este último año, cundo pasamos momentos difíciles”, había remarcado Macri por su parte, además de resaltar el trabajo conjunto en “educación, defensa y seguridad interna, y sobre todo en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico”. El jefe de Estado dijo que las inversiones de las empresas norteamericanas son “las más importantes” en el país. “Esperamos que lo sigan haciendo”, pidió.
El encuentro de esta mañana había estado precedido por dos noticias vinculadas al comercio y la inversión entre ambos países que el Gobierno celebró por anticipado: la exportación de carne a Estados Unidos después de 17 años y un acuerdo por más de 800 millones de dólares por parte de la Corporación para Inversiones Privadas en el Extranjero -OPIC por sus siglas en inglés- para inversiones en proyectos de infraestructura para la ampliación de parques logísticos en la provincia de Buenos Aires, de un parque eólico en Santa Cruz, de energía solar y eólica en Santa Juan y Chubut, de PPP en el corredor vial entre Buenos Aires y Mendoza y un gasoducto en Vaca Muerta.
Este último proyecto, en la provincia de Neuquén -una de las obsesiones de Macri-, fue uno te los tópicos de la reunión. “El Presidente le hizo una referencia sobre Vaca Muerta, contando también la fuerte presencia de compañías americanas que ya están viniendo a invertir. La similitud del desarrollo de la energía no convencional y el desarrollo que tuvo en Estados Unidos”, explicó Faurie.
Se esperaba, en tanto, detalles sobre supuestas negociaciones en torno a un acuerdo en materia de Defensa. “Hay limitaciones por nuestra situación finnaciera en este momento”, aclaró el canciller.
Antes del desayuno, había sido el propio Presidente el que agradeció a su par norteamericano por el apoyo del Fondo Monetario al programa económico del país, que había empezado a crujir a comienzos de año. Hubo conversaciones en ese sentido dentro de la reunión, tras el anuncio de fines de septiembre del nuevo acuerdo con el FMI, anunciado por Dujovne y Christine Lagarde, la titular del organismo que también llegó a Argentina para participar de la cumbre.
“Argentina agradeció a los Estados Unidos su participación como uno de los accionistas importantes del Fondo. Ambas partes coincidimos en que está funcionando muy bien el programa económico que está llevando la Argentina con apoyo del Fondo, hubo coincidencias al respecto”, abundó el ministro de Hacienda.
Mientras Macri y Trump se reunían en el despacho presidencial, el presidente ruso, Vladimir Putin, aterrizaba en el aeropuerto internacional de Ezeiza. El jueves, antes de desembarcar en Argentina, Trump suspendió la reunión bilateral que tenía prevista con su par ruso por el conflicto con Ucrania y la captura de barcos por parte del Kremlin.