Por primera vez en casi un siglo y medio de historia del béisbol de las Grandes Ligas, se registraron más ponches que hits durante un mes.
Hubo 6.656 abanicados y 6.360 imparables durante un abril inusitadamente frío y húmedo, de acuerdo con el Elias Sports Bureau. Casi un tercio de los turnos al bate en lo que va de esta campaña ha terminado sin que la pelota se ponga en juego, es decir con un boleto, un ponche o un pelotazo.
”Un mes representa una muestra más bien pequeña, y confiamos en que el fenómeno de que los ponches superan a los hits sea una anomalía que no persista en el transcurso de la temporada”, escribió el comisionado de las Ligas Mayores, Rob Manfred, en un correo electrónico enviado a The Associated Press.
El béisbol se ha ido transformando en un deporte en el que abundan los cuadrangulares. Pero en el afán de enviar la pelota al otro lado de la cerca, los bateadores estarían incurriendo en el tercer strike con más frecuencia.
La diferencia más baja entre el número de hits y el de ponches se había contabilizado en abril de 2017. En aquel año, el número de imparables superó por 138 al de ponches.
”Esto es ahora lo sexy”, comentó Tucker Barnhart, receptor de Rojos de Cincinnati. ”Los jonrones son atractivos, y también los ponches. Los roletazos cuando hay un strike no son atractivos”.
Incluyendo los primeros cuatro días de la temporada, que correspondieron a marzo, el 32,8% de los 32.324 turnos en esta temporada ha concluido sin que la bola se coloque en juego: Ha habido 7.335 ponches, 2.921 boletos, 354 bateadores golpeados y ocho interferencias del cátcher.
”Todo el mundo quiere más acción, así que yo no podría decir que esto sea bueno para el béisbol, a menos que quieras ver que los pitchers busquen 25 ponches”, consideró el piloto de Mellizos de Minnesota, Paul Molitor. ”Simplemente no pienso que eso sea lo que buena parte de la gente quiere ver en un día determinado”.
Los jonrones bajaron ligeramente respecto del récord observado el año anterior. Hubo 912 en 419 juegos hasta antes del lunes, un promedio de 2,18 por encuentro. En el primer mes completo del año pasado, se registraron 863 en 369 duelos, para un promedio de 2,34.
El promedio de carreras descendió ligeramente, de 8,96 a 8,93.
Los ponches han establecido récord en 10 temporadas consecutivas. El promedio de 17,5 por partido en abril constituyó un récord de las Grandes Ligas para cualquier mes natural, según Elias.
Al ritmo actual, se irían ponchados 42.539 bateadores este año, lo que rompería la marca impuesta en 2017, de 40.104. En 2008, la cifra fue de 32.884.
”Creo que hay un uso más especializado del bullpen, con mejores brazos, más poder y ponches”, especuló el manager de Rockies de Colorado, Bud Black. ”No es algo tan sorpresivo, pero simultáneamente sí sería alarmante. Pienso que, con el tiempo, veremos una corrección en el béisbol amateur, en donde poner la pelota en juego será prioritario”.
Joe DiMaggio jamás se ponchó más de 30 veces en una temporada. Entre quienes encabezan la lista de ponchados en esta campaña figuran el cubano Yoan Moncada, de los Medias Blancas de Chicago (47); el dominicano Carlos Gómez, de Rays de Tampa Bay (40), y Giancarlo Stanton, de los Yankees de Nueva York, así como el cubano Yoenis Céspedes, de los Mets de Nueva York(43).
”Quizás aceptamos más el ponche ahora. Lo estamos aceptando más en la secundaria, en la universidad y en las Pequeñas Ligas”, dijo el manager de Marlins de Miami, Don Mattingly, quien jamás se ponchó más de 43 veces. ”Es muy diferente a la época en que yo jugaba. Entonces, era una vergüenza poncharte”.