Perú asiste desconcertado y sorprendido a la destitución por el Congreso del presidente Martín Vizcarra. El mandatario ha salido a la palestra para anunciar que acepta la decisión y abandona de inmediato sus funciones.
“Hoy día dejo Palacio de Gobierno. Hoy día, me voy a mi domicilio (…) Directamente y como Martín Vizcarra no voy a tomar ninguna acción legal”, afirmó.
La destitución del presidente supone un auténtico terremoto político, que ha dejado pasmada a la ciudadanía y ha desatado protestas y un aluvión de críticas.
La moción de vacancia, aprobada por 105 votos
El Congreso peruano aprobó este lunes la llamada moción de vacancia por 105 votos a favor y 19 en contra. Los congresistas declaran la “incapacidad moral permanente” de Vizcarra por haber cometido presuntamente actos de corrupción cuando era gobernador de la provincia sureña de Moquegua.
El presidente del Congreso, Manuel Merino, del partido de centro derecha Acción Popular, le sustituirá este mismo martes en la presidencia tras jurar el cargo.
Congresistas unidos para destituir a Vizcarra, pero profundamente divididos
Tras esta destitución no solo está la supuesta implicación de Vizcarra en casos de corrupción, sino, sobre todo, los intereses políticos de un Parlamento muy dividido.
Teníamos fe y confianza en la dignidad, la honorabilidad y la decencia de los parlamentarios y por eso los resultados favorables por la vacancia en el día de hoy”, afirmó ante el Congreso el legislador José Vega, de Unión por el Perú.
“Creemos que esta es una decisión equivocada, una decisión que añade mucha más incertidumbre, crea problemas y va a afectar seriamente a la ciudadanía”, replicó Francisco Sagasti, del Partido Morado, que votó en bloque contra la destitución.
A cinco meses de las elecciones y en un país en plena crisis económica y social
Las protestas, al grito de “no a la vacancia”, se desataron de inmediato en Lima.
Este vuelco político se produce cuando quedan apenas cinco meses para las elecciones generales y en el contexto de una enorme crisis social y económica desatada por la COVID-19, que ha hecho de Perú el país del mundo con más muertes en relación a su población.