Venezuela está en “guerra eléctrica”. El presidente Nicolás Maduro insiste en que los apagones masivos en todo el país son fruto de sabotajes ordenados por el líder opositor, Juan Guaidó, con el apoyo de EE.UU. El mandatario prometió el domingo resolver completamente la falta de suministro en un mes y para ello necesita racionar la energía eléctrica. Sin luz, el abastecimiento de agua también está fallando, lo que aumenta el caos y provocó intensas protestas durante el fin de semana.

En un discurso televisado el domingo por la noche, Maduro no pronunció la palabra racionamiento, sino que habló de “régimen de administración de carga”. Los cortes de luz comenzaron el 7 de marzo con un apagón nacional y desde entonces el sistema no ha podido ser restablecido, produciéndose nuevos fallos intermitentes cada vez que la red trataba de recuperar la potencia. Con el racionamiento, el gobierno chavista pretende estabilizar el suministro en treinta días.

 

 

Varias personas buscan agua en una construcción abandonada en el sector Mecedores, este lunes en Caracas (Venezuela)
Varias personas buscan agua en una construcción abandonada en el sector Mecedores, este lunes en Caracas (Venezuela) (Miguel Gutiérrez / EFE)

El presidente reconoció que el país afronta “una situación muy grave”, aunque prometió “reponer, recuperar, reconstruir todo lo que se ha dañado con esta guerra eléctrica” y “restituir de manera paulatina en un régimen autoadministrado de carga, restituir el servicio eléctrico a nuestro pueblo”. Maduro pidió “paciencia” y “resistencia” a los venezolanos y aseguró que restablecer la red lleva “en algunos lugares más tiempo que en otros”. El mandatario afirmó que el gobierno trabaja también para que reponer el suministro de agua potable.

“Son golpes de una guerra eléctrica para volver loco a este país, para volver loco al pueblo, y no lo vamos a permitir”, sostuvo Maduro, que culpó a EE.UU. de querer “llevar al país al caos” y “a la violencia”. El líder chavista insistió en su tesis de que los apagones se deben a sabotajes e “incendios provocados” por “terroristas”. El presidente reiteró su denuncia de que el segundo gran apagón, que tuvo lugar el 25 de marzo, fue consecuencia de disparos con un fusil de larga distancia que dañaron equipos del embalse de Guri, donde está ubicada la principal central hidroeléctrica de Venezuela. “El golpe fue directamente al sistema de generación”, afirmó Maduro y dijo que hay sospechas de la infiltración de un “topo” entre los responsables de la red eléctrica para “dañar desde adentro”.

 

 

Varias personas buscan agua en una construcción abandonada en el sector Mecedores, este lunes en Caracas (Venezuela)
Varias personas buscan agua en una construcción abandonada en el sector Mecedores, este lunes en Caracas (Venezuela) (Miguel Gutiérrez / EFE)