El 2020 marca el inicio de un año de enormes retos para el principal partido de oposición, ya que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y su candidato presidencial Luis Abinader se encuentran en la primera posición de las simpatías y con el viento a favor por el momento.
El PRM ganó 30 alcaldías en las elecciones de 2016, llevará candidatos a alcaldes propios en 127 de 158 municipios. Tiene el reto de aumentar sustancialmente su dominio en los gobiernos locales en los comicios municipales del 16 de febrero, para llegar con buena base a las elecciones presidenciales y congresuales del 17 de mayo, frente a la maquinaria peledeísta en el Gobierno.
Con Carolina Mejía, buscará retener la principal plaza que es la alcaldía del Distrito Nacional, y con Manuel Jiménez ganar la de Santo Domingo Este.
El expresidente Hipólito Mejía reconoció la victoria de Luis Abinader, sellando la unidad del PRM, aunque el exmandatario no apoya los acuerdos electorales que se han hecho con el expresidente Leonel Fernández.
La compactación del PRM sumado a la división ocurrida en el PLD, ha colocado al candidato presidencial perremeísta en los primeros lugares de las encuestas, coqueteando con una victoria en primera vuelta.
Abinader tendrá que redoblar esfuerzos para captar la mayor cantidad de votos de rechazo al PLD, lo mismo que anda buscando el expresidente Leonel Fernández y la Fuerza del Pueblo. Para esto, debe elegir un candidato vicepresidencial que le sume votos necesarios en diversos sectores.
Se señala al alcalde David Collado como un posible compañero de fórmula, así como una personalidad política o empresarial fuera del PRM.
La politóloga Rosario Espinal analiza que para el PRM es fundamental que las elecciones sean transparentes, por lo que tienen que actuar con “energía pero también con cautela” para jugar el rol que le corresponde como el partido principal de la oposición.
“Para los partidos pequeños, que saben muy bien que no van a ganar, es más fácil tener una posición de rechazo hacia aspectos, sobretodo relacionado con el voto automatizado o con los dispositivos electrónicos que se usen”, expuso.
Sostuvo que para el PRM es sumamente importante que el proceso electoral sea confiable, pero asumiendo el liderazgo en la relación con la Junta Central Electoral.
“El PRM tiene que asumir el liderazgo como defensor de unas elecciones transparentes”, puntualizó.
Insistió en que ese partido no puede caer en hacer críticas a la Junta Central Electoral para desmeritar el proceso, sino críticas para mejorar el proceso.
Espinal advirtió que el PRM tiene de frente a un partido en el poder que tiene a disposición muchos más recursos para utilizar, razón por la que debe tratar que la junta cree el espacio más igualitario posible para esta competencia.
A su juicio desde las primarias hay una posición de confrontación, a veces de desafío, pero existe una tensión entre la junta y varios partidos políticos.
El politólogo Rafael Toribio consideró que la oposición debe lograr un buen desempeño en las elecciones municipales, por el mensaje político que puede dar el triunfo. Recomendó pasar del pacto electoral, para ganar con otras fuerzas políticas, a una alianza para gobernar. Toribio planteó seleccionar para la vicepresidencia a una persona que le sume los votos para ganar, preferentemente, en la primera vuelta.