Por Émile Zola
Santo Domingo, República Dominicana.- Los Premios Soberano que culminó el martes alrededor de la media noche ha dejado una secuela e imagen muy triste la mañana siguiente, incluso hasta dos días despúes. Una imagen que demuestra la falta de civismo y educación que existe en nuestro país.
En un lugar donde asisten personas a caminar, hacer un poco de ejercicio bien temprano, despejar la mente antes de embarcarse en un trayecto hacia el trabajo colmado de bocinazos, entaponamientos y demás. Es muy triste ver las fundas, botellas, envases, papeles y demás desechos en la Plaza de la Cultura, en las inmediaciones del teatro principal del país. ¿Qué mensaje estamos enviando? Podemos producir un show a lo Hollywood para entretener a todo un país, premiando muchos artistas -que no está de más decir, muchos de ellos no educan a nadie con sus letras-, y para mostrar nuestros mejores vestidos, zapatos y autos; pero no podemos depositar una botella en un cesto de basura.
Y no solamente por parte del público que asistió a ver a los artistas y durante el evento estuvo en los alrededores del Teatro Nacional, también de los empleados que trabajaron previo, durante y luego de concluido el espectáculo. Todos son cómplices del desorden y los residuos regados por doquier. Incluso las empresas que sí tomaron en cuenta llevar baños portátiles, pero no tanques para depositar la basura.
Y aunque todos somos responsables de nuestra educación, en principio nuestros padres y familia y posteriormente la escuela. Aquí hay un punto importantísimo. En la escuela desde el 2015 ya no se enseña Moral y Cívica, como si fuésemos una nación tan civilizada como Japón y no la necesitásemos. Además de que nuestros políticos denotan una moral y ética altísima, los ciudadanos cumplimos con las reglas sociales y somos ejemplo de vida en sociedad. ¿Lo cree usted?
Estas imágenes que ve son de dos días después del espectáculo. Y no solo es una vergüenza nacional, es un mal que necesita ser corregido. La lucha por el 4% fue sólo un espectáculo más de artistas, una victoria pírrica que ha servido para construir más escuelas y enriquecer a más ingenieros, pero no para mejorar la educación. Si algo está claro, es que la educación y sus educadores necesitan dinero, sí. Pero también se necesitan reformas educativas en las que se tomen en cuenta el futuro y acá, que todavía nos comportamos –la gran mayoría- como ciudadanos medievales, necesitamos Moral y Cívica.
Video: Teatro Nacional