Una temporada de incendios sin precedentes en Oregón ha destruido en las últimas horas cinco poblaciones del sur del Estado. La gobernadora de Oregón, Kate Brown, dijo este miércoles que teme que haya muchos muertos. “Esta podría ser la mayor pérdida de vidas y propiedades por causa del fuego en nuestra historia”, dijo Brown, mientras los equipos de emergencia siguen realizando rescates y las familias comienzan a informar de sus desaparecidos.
Los incendios abarcan todo el Estado de norte a sur. Según Brown, las localidades que más han sufrido y están prácticamente destruidas son Detroit, en el norte, Blue River y Vida, cerca de Eugene, y Phoenix y Talent, cerca de Medford, en el sur. El alcalde de Phoenix (no confundir con la capital de Arizona), dijo a The New York Times que han desaparecido alrededor de mil casas.
Una combinación de altas temperaturas sostenidas y vientos fuertes ha convertido al estado del Oeste en el centro de los incendios de este verano. La gobernadora Brown avisó de que miles de personas pueden ser evacuadas de sus casas en las próximas horas, ya que el viento no cesa y “sigue empujando el fuego hacia los pueblos”. Hasta el momento se han confirmado tres fallecidos en las casi 130.000 hectáreas que están ardiendo a la vez en Oregón. La gobernadora Brown pidió a todo el estado que estuviera “en alerta” y avisó de que el peligro se va a prolongar toda la semana.
Oregón ha pedido a la Casa Blanca la declaración de emergencia nacional, lo que permitiría movilizar recursos federales en las operaciones contra el fuego. Los recursos del estado, dijo Brown, están al límite. El miércoles por la noche aún no había respuesta del Gobierno de Trump.
Mientras, California emitió una orden de cerrar los 18 Bosques Nacionales protegidos que tiene por las condiciones extraordinarias de sequedad, calor y viento que están alimentando más de dos docenas de incendios por todo el estado y que ya han batido el récord histórico de hectáreas quemadas. La cifra supera ya el millón de hectáreas, 20 veces más de lo que se quemó el año pasado, cuando fue relativamente exitosa la lucha contra el fuego.
En la Sierra Nevada, al noreste de Fresno, sigue ardiendo sin control el llamado Creek Fire, un incendio que ya ha consumido 66.000 hectáreas de una zona muy boscosa. Se calcula que ha quemado unas 360 estructuras y amenaza más de 5.000. Las órdenes de evacuación y cortes de carreteras afectan a grandes zonas alrededor de Fresno. La Guardia Nacional ha tenido que realizar varios rescates en helicóptero de grupos de decenas de personas atrapadas por el fuego cuando estaban pasando el fin de semana del Día del Trabajo en la zona. En la noche del lunes al martes realizaron hasta ocho misiones de rescate.
La mayor preocupación de las autoridades estaba el miércoles en un nuevo fuego surgido el día anterior alrededor de Oroville, al noreste de Sacramento. La agencia antiincendios asegura que ha quemado alrededor de 100.000 hectáreas a toda velocidad y amenazaba las poblaciones de Paradise y Concow, que fueron arrasadas en el incendio de 2018 y donde se registró el mayor número de muertos (85) en un incendio en California. En la noche del miércoles, el sheriff del condado Kory Honea, que ya tuvo que lidiar con aquella tragedia, confirmó que han encontrado tres cadáveres relacionados con el incendio en dos lugares distintos.
Otro de los incendios que amenazan poblaciones está en el Bosque Nacional de Los Ángeles, al noreste de la ciudad, y el martes por la noche toda la población recibió una alerta para estar preparados por si hay que hacer evacuaciones. Sin embargo, el viento dio una tregua por la noche y el fuego apenas había avanzado el miércoles.
Los 28 fuegos activos en California han obligado a la evacuación de 64.000 personas en un momento u otro, según dijo un portavoz de CalFire a Los Angeles Times. Este miércoles, contribuyó a la sensación de apocalipsis el cielo de la bahía de San Francisco, que amaneció completamente rojo intenso. Sus residentes compartieron fotos del cielo en las redes sociales. El martes, el gobernador de California recordó que la situación de los incendios en California empeora año a año por el endurecimiento de las condiciones climáticas en la última década. “No tengo ninguna paciencia para los negacionistas del cambio climático”, dijo Gavin Newsom.