Italia sigue poco a poco saliendo del túnel. El país transalpino ha registrado este lunes muchos menos contagios que los que hubo el domingo. En total hoy hay 3.599 nuevos enfermos, casi mil menos que los 4.316 del día anterior. “Tenemos bajo nuestros ojos los resultados de nuestros esfuerzos”, ha celebrado Luca Richeldi, neumólogo del hospital Gemelli de Roma, en la rueda de prensa diaria de la Protección Civil.
Este organismo también ha informado que en las últimas horas han fallecido 636 infectados, con lo que los muertos por coronavirus ya superan las 16.000 personas en Italia. Son más de cien más que el domingo, cuando hubo 525 víctimas mortales, la cifra más baja desde el 19 de marzo. Entre los fallecidos figuran 87 médicos que se han infectado luchando contra la pandemia.
En total hay más de 132.000 italianos que han contraído el virus, de los cuales 22.837 se han curado y 60.313 siguen en aislamiento domiciliario con síntomas leves. Los ingresados en la UCI han caído hoy también por tercer día consecutivo. Ahora mismo 3.898 personas se encuentran en cuidados intensivos en Italia por complicaciones respiratorias derivadas del virus.
La caída de los contagios permite que los expertos piensen que, si esto se confirma convirtiéndose en tendencia esta semana, el país transalpino puede empezar a planear la llamada fase dos, es decir, la retirada progresiva de algunas medidas de confinamiento para recuperar poco a poco algo de normalidad mientras no haya una vacuna. Aprender a “vivir con el virus”, como dijo el ministro de Sanidad, Roberto Speranza.
El Gobierno planea que todos los alumnos pasen de curso y recuperen los suspensos cuando vuelvan a las aulas
Los primeros que deberían volver a trabajar son los empleados de las fábricas y las actividades productivas no esenciales, importantísimos para recuperar el tejido productivo de la tercera economía de la zona euro. Lo último en el calendario será la apertura de espacios con aglomeraciones, como discotecas, conciertos o cines y teatros.
El Gobierno italiano se ha reunido hoy para, entre otras cosas, planificar que todos los alumnos italianos pasen de curso. No sería un aprobado general estricto, sino que estudiantes en Italia tendrían que recuperar las asignaturas suspendidas cuando se pueda volver a las aulas. Si los alumnos pueden volver a las clases antes del 18 de mayo todavía tendrían un mes por delante antes de la llamada maturità, la selectividad italiana, que será menos exigente que otros años tanto si se termina haciendo de forma presencial como si acaba siendo online.
El Consejo de Ministros también decidirá previsiblemente movilizar hasta 400.000 millones de euros para dar liquidez a las empresas a través de una línea de créditos públicos y apoyarlas en las exportaciones. Hasta el momento, Italia aprobó en marzo un primer paquete de 25.000 millones para apoyar a los trabajadores, autónomos y empresarios.