Al menos 100 de personas murieron ayer por ataques aéreos y de artillería de las fuerzas sirias en Guta Oriental, principal feudo opositor de las afueras de Damasco, en medio de preparativos de una posible ofensiva gubernamental, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Se trata del mayor número de víctimas mortales por bombardeo en un solo día en tres años.
La ONG, que hoy no precisó el número de heridos, había calculado ayer que los ataques en la región rebelde habían causado 77 muertos y cerca de 250 heridos. Los ataques fueron llevados a cabo en las localidades de Hamuriya, Saqba, Mesraba, Kafr Batna, Beit Saua, Haza, Otaya, Yisrín y Zamalka por aviones y helicópteros de las fuerzas sirias, así como por la artillería de las tropas leales al presidente, Bachar al Asad, según el Observatorio.
Las Naciones Unidas han pedido un el alto el fuego inmediato en la zona afirmando que la situación estaba “fuera de control” después de una “escalada extrema en las hostilidades”. La violencia en Guta Oriental forma parte de una escalada más amplia en la guerra de múltiples frentes que se lleva a cabo en Siria desde hace meses mientra el presidente sirio Bashar el Asad trata de poner fin a la rebelión en su contra que dura ya casi siete años.
Desde el interior de Hamuriya, un portavoz del opositor Consejo Local de esta población, que se identificó como Ismail, dijo a Efe por internet que “hay una campaña histérica de ataques de artillería y de aviones y helicópteros contra barrios residenciales”. Ismail, que describió lo ocurrido en Hamuriya como “una masacre”, confirmó que los ataques en la localidad ocasionaron la muerte de veinte civiles, entre ellos menores y mujeres.
”Los bombardeos son contra civiles, no ha habido ninguno contra los frentes de batalla”, lamentó. ”Primero, hubo un bombardeo en el que varios aviones lanzaron ocho cohetes contra un barrio residencial, luego arrojaron otros seis proyectiles contra otro barrio”, afirmó Ismail. Agregó que a esto siguió un ataque de helicópteros que arrojaron barriles de explosivos contra Hamuriya.
El portavoz explicó que, cuando hay bombardeos, los civiles intentan esconderse en sótanos, “pero no hay muchos edificios que los tengan, su número es escaso o no cabe todo el mundo, así que los civiles que no encuentran sótanos se quedan en sus casas y se encomiendan a Dios”. Ismail detalló que Hamuriya carece de hospitales y lo único de lo que dispone es de un centro médico de primeros auxilios, donde escasean medicinas y equipamiento.
La Defensa Civil Siria, que presta labores de rescate en áreas fuera del control del Gobierno, se hizo también eco de los bombardeos en áreas de Guta Oriental y publicó varios vídeos grabados poco después de los ataques. En una de esas grabaciones, los también llamados “cascos blancos” mostraron imágenes del bombardeo en Hamuriya en las que se veía a civiles deambulando desorientados por la calle e importantes daños en edificios.
El Observatorio reveló que actualmente hay conversaciones entre las facciones que operan en Guta Oriental y las autoridades sirias, con mediación rusa, para lograr un acuerdo de “reconciliación”. Ese tipo de pactos se suelen alcanzar en áreas asediadas y básicamente suponen una rendición de los rebeldes y la entrega de la zona que controlen a sus adversarios, a cambio de que se les permita salir con sus familias a otras partes del país en manos opositoras.
De acuerdo al Observatorio, en los alrededores de Guta Oriental hay una movilización castrense como preludio de una ofensiva gubernamental, en caso de que fracasen las negociaciones, que estaría liderada por el general Suheil Hasan, alias “El Tigre”.
Hasan comandó en el pasado las operaciones militares contra el grupo terrorista Estado Islámico en la ciudad de Deir al Zur y contra los rebeldes en la urbe de Alepo, que se saldaron con el triunfo del Ejército sirio.