Las explosiones de radio rápidas (FRB) son uno de los misterios más desconcertantes de la era espacial. Estas señales de una sola vez, de milisegundos de largo, llegan desde todos los rincones del cosmos, y hasta ahora nadie ha podido averiguar qué las causa o de dónde vienen.

Ahora, un equipo de astrónomos finalmente ha logrado rastrear una de las señales de regreso a su galaxia, a miles de millones de años luz de distancia, lo que significa que nos estamos acercando al culpable. Los FRB se descubrieron por primera vez en 2007, y desde entonces se han detectado 85 de ellos.

Estas ráfagas cortas y nítidas son fáciles de detectar en los datos pero difíciles de precisar, gracias a su naturaleza transitoria. Sin tener una idea clara de dónde vienen, los astrónomos han tenido dificultades para pensar qué podría estar causándolos. Y mientras que la mayoría son maravillas de un golpe, algunas se repiten a intervalos irregulares, lo que complica aún más las cosas.

The location of a fast radio burst signal has been pinpointed to a galaxy some 3.6...

Pero ahora, los astrónomos informan que finalmente lograron identificar de dónde proviene una de estas señales, con una precisión increíble. Normalmente, la señal ha venido y se ha ido mucho antes de que los astrónomos puedan reaccionar, por lo que la agencia científica australiana CSIRO desarrolló una nueva tecnología que puede reaccionar en menos de un segundo cuando un telescopio detecta una explosión.

Esto congela y guarda los datos del telescopio como estaban cuando la señal llegó, lo que les indica a los científicos dónde deben apuntar otros instrumentos para investigar su origen.

En este primer caso, la historia comienza en el Australian Square Kilometer Array Pathfinder (ASKAP), un radiotelescopio en Australia Occidental, que detectó una ráfaga más tarde llamada FRB 180924. de – una galaxia del tamaño de la Vía Láctea llamada DES J214425.25−405400.81, ubicada a unos 3.6 billones de años luz de distancia. Y no solo la galaxia en sí, tampoco.

El equipo podría señalar con precisión dónde se originó la galaxia. Esto se debe a que ASKAP está formado por una serie de radiotelescopios y el equipo puede medir cuándo la señal pasa por cada unidad y luego usar esas diferencias de tiempo para triangular la ubicación.