Hace unos meses escribimos sobre maneras inusuales de usar alimentos como rebanadas de pan, salsa Tabasco y harina de maíz para limpiar y preguntamos si ustedes, nuestros lectores, tenían algunos truquillos para compartir con nosotros.
¡Vaya! Después de leer miles de respuestas, hemos seleccionado nuestras favoritas, desde limpiar vidrio con ginebra hasta acicalar a las mascotas con aceite de oliva.
Aceite para cocinar
Los diversos usos de los aceites para cocinar, sobre todo los de oliva pero también los de coco y canola, fueron vastos. Estos aceites se pueden usar como disolventes para limpiar las brochas, para lubricar bisagras que rechinan y quitar adhesivos secos (como pegamento y goma de etiquetas) de superficies como los pisos de madera; también son útiles en el lavado de productos de cuero.
Maureen escribió para compartirnos este consejo: “Me estaba quedando con mi sobrino en su casa en Florencia, Italia, que acaba de remodelar, y la savia de las vigas de madera del techo se escurría y caía sobre el piso de terracota. El aceite de oliva funcionó perfectamente para quitar la savia sin decolorar los azulejos”.
Usar el aceite de oliva para despegar la savia fue algo que se mencionó muchas veces, para quitarla de las manos, de automóviles o incluso de perros. Irene escribió: “Cuando mi perro de raza pastor alemán, que es muy peludo, se ensució con savia, no se la podíamos quitar. Probé frotar su pelo con aceite de oliva y así se la quité. Me ahorré un viaje a la estética canina”.
Mayonesa y mantequilla
Al igual que pasó con los aceites para cocinar, muchos lectores mencionaron la mayonesa y la mantequilla como alimentos excelentes para desprender sustancias pegajosas. Frank escribió: “La mayonesa elimina los residuos del pegamento”. Y Marcia: “¿Pisaste una bola de alquitrán en la playa? Deshazte de ella con mayonesa”. Evan nos compartió: “¡La mantequilla es excelente para quitar la savia de tu automóvil! Solo unta una barra de mantequilla en la savia pegajosa y, ¡listo!”.
Paul nos escribió para decirnos cómo descubrió que la mantequilla sirve para limpiar brochas. “Es un consejo de una vieja tía. Después de que le ayudé con un trabajo de pintura, le pedí disolvente para limpiar la brocha, pero en su lugar me dio una bola de mantequilla suavizada. La embarré en la brocha y me di cuenta de que era mucho mejor para limpiarla”.
Frutas, verduras y nueces
Hay muchos consejos con frutas, verduras y nueces; por ejemplo, usar un pedazo de nuez partida para tapar los rayones en la madera de pisos, armarios y tazones maltratados.
Muchos lectores también compartieron el clásico truco con crema de cacahuate (sí, técnicamente es una legumbre) para quitar goma de mascar que se ha pegado en el cabello. ¿Otro uso menos conocido para la crema de cacahuate? Elimina manchas de sangre o sustancias pegajosas de telas.
“Cuando el limpiador para cuero no quitaba una sustancia que parecía alquitrán de los asientos de piel de mi auto, la crema de cacahuate sí lo logró, y en un dos por tres”, nos dijo Roberto.
Hablando de cosas pegajosas, nuestra lectora Peggy nos dio esta sugerencia: “Uso un producto llamado Goo Gone, pero su ingrediente activo es el aceite de naranja. Si no consigues Goo Gone, frota un pedazo de naranja en el residuo pegajoso de las etiquetas y con eso basta”.
El kétchup o cátsup —sí, considerémoslo una verdura— puede usarse para pulir latón y cobre. Aunque, si ya no hay en casa, pero tienes una piña, estás de suerte. “Cuando pico una piña, agarro un salero y cualquiera de mis ollas con fondo de cobre que haya que limpiar: esparzo la sal, la froto con la piel de la piña, ¡y listo!”, escribió otra lectora.
¿Otra opción? El tamarindo, ya sea entero o en pasta. “Se puede usar tamarindo para darles brillo al latón o al cobre. Frótalo y déjalo actuar en la olla de diez a veinte minutos, luego enjuaga con agua y seca. Así es como mantienen lustroso el latón en los templos de la India”, dijo Vasantha.
Coca, vodka y café
Mencionamos que el refresco de cola puede usarse para destapar una tubería, limpiar un retrete y quitar grasa o aceite de motor de la ropa o el pavimento. Muchos de ustedes nos sugirieron más usos. Bill escribió: “Si tu parabrisas está muy empañado por el polvo y la grasa del camino, échale Coca-Cola. Así se limpia”. Thomas añadió: “La Coca-Cola rejuvenece los limpiaparabrisas que ya están viejos”.
Muchos otros recomendaron la Coca-Cola para quitar el óxido y la grasa de tuercas y tornillos, así como para usarse en objetos de segunda mano, como estufas viejas. La Coca-Cola también puede usarse para otra importante tarea de restauración, nos dijo la lectora Shirlee: “Para que tus palos de golf vuelvan a tener el brillo de antes, ponlos en una cubeta (o algo parecido) llénala de coca y déjalos ahí unos quince o veinte minutos; luego límpialos y, voilà, palos de golf nuevecitos”.
También el vodka resultó tener muchos otros usos. Para limpiar vidrio, desengrasar hornillas, quitar el cochambre de alacenas… (según un lector, la ginebra también es una excelente limpiadora de vidrios).
Nosotros hemos comentado que el vodka sirve para eliminar olores de la ropa, pero una lectora llamada Barbara nos superó. “Un vendedor de antigüedades de alto nivel en Londres me dijo que el vodka en un atomizador o en una esponja es excelente para limpiar armarios de madera viejos que huelen a humedad. Funciona de maravilla”, nos contó.
Otra manera de limpiar un mueble que huele a moho, según Rebecca, es con café. “Si tu clóset huele a moho, coloca en el piso de este una taza de café molido que no se haya usado. Déjala al menos una semana. Abre la puerta lo menos posible”, explicó. “El café absorberá el moho. Esto lo aprendí de una persona que se encarga de la ropa antigua de un museo”.
Azúcar y sal
Nuestros amigos granulados, el azúcar y la sal, también hicieron su aparición. Marlana jura y perjura que la sal “quita el olor a cebolla y ajo que queda en las manos después de picarlos. Solo enjuágate las manos y échate mucha sal; luego frótate bien, enjuágate una vez más con agua fría y dile adiós al olor. Este fue un consejo que venía en un papel de la compañía de Gas y Electricidad de San Diego a finales de los años sesenta”.
Bob usa el azúcar de una manera parecida: “Me enseñaron a mojarme las manos, embarrármelas de azúcar, frotarlas hasta que el azúcar se disuelva, enjuagarlas y secarlas después de cambiar el aceite de mi auto”.
Liane nos comparte su truco para limpiar la superficie donde se rompió un huevo, pues, como ella bien dice: “¡Se hace un cochinero!”.
“Esparce sal abundantemente encima de todo, asegúrate de cubrirlo bien. Que se absorba durante sesenta segundos; después bárrelo hacia un recogedor. Echa más sal si es necesario”.
No dijo nada sobre si también sirve para quitar huevo del rostro.