El gobierno de México bulle de indignación tras la absolución de López Astudillo “el Gil”, uno de los principales acusados del asesinato de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Hasta tal punto, que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido a la Fiscalía General y al Poder Judicial que investiguen las fallas y omisiones cometidas por los jueces y funcionarios que se ocupan del caso.
“Es un asunto de justicia, muy grave, y por eso vamos a presentar formalmente una denuncia a la Fiscalía General y al Poder Judicial”, señaló López Obrador.
Para el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, esta absolución sienta un precedente muy grave.
“Este es un precedente muy grave. Es una sentencia absolutoria de uno de los principales perpetradores del delito de desaparición forzada y lamentablemente no es el único caso”, señaló.
Encinas también arremetió contra la llamada “verdad histórica”, como fue llamada durante el anterior Gobierno la versión oficial que se dio del caso.
“Hay que decirlo claramente. La mal llamada verdad histórica se construyó con base en la simulación, en a fabricación de pruebas, en la tortura, en beneficio de los perpetradores y en contra del beneficio de las víctimas”, aseguró el subsecretario de Derechos Humanos.