Será este lunes cuando el Ministerio Público tendrá que presentar acusación formal contra los vinculados en el entramado de corrupción en la Operación Antipulpo.
Este lunes vence el plazo y las autoridades tendrán que depositar la acusación para que un juez se encargue de juzgar las pruebas y determinar si son suficientes para enviar a juicio a los acusados de estafar al Estado dominicano con miles de millones de pesos.
La Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa sometió por ante la Justicia a los hermanos Juan Alexis Medina Sánchez y Carmen Magalys Medina Sánchez, exsubdirectora del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper); Francisco Pagán Rodríguez, exdirector de la Oficina Supervisora de Obras del Estado; Lorenzo Wilfredo Hidalgo Núñez, exministro de Salud Pública; Rafael Antonio Germosén Andújar, excontralor general de la República; Fernando A. Rosa Rosa, director del Fonper.
También Aquiles Alejandro Christopher Sánchez, Domingo Antonio Santiago Muñoz, Julián Esteban Suriel Suazo y José Dolores Santana Carmona.
La mayoría de los vinculados guardan prisión preventiva, como medida de coerción, e intentaron varios procedimientos legales por lograr la libertad, sin lograrlo. En los casos de Freddy Hidalgo, Magalys Medina Sánchez y Andújar, la coerción con es domiciliaria.
Durante el proceso investigativo, se culminó recientemente una auditoría especial hecha por la Cámara de Cuentas y cuyos resultados serán incluidas en la acusación que presentará la Pepca.
Esas auditorías han agravado la situación penal de Juan Alexis Medina y de los otros funcionarios apresados durante la Operación Antipulpo.
Los informes evidencian serias irregularidades en contratos de Alexis Medina con la Oisoe, así como en procesos de urgencia para reparar 56 hospitales en 2013. Además, revelan irregularidades en procesos administrativos del Ministerio de Salud Pública en los que participaron miembros del presunto entramado corrupto.
También se han desprendido nuevos vinculados, como es el caso del expelotero de Grandes Ligas, Sammy Sosa y una serie de allanamientos.