PANAMÁ, Panamá. Miembros de la sociedad civil de Panamá pidieron a la Fiscalía que investigue el supuesto lavado de dinero procedente de la droga que involucró la construcción en la capital del país del exclusivo hotel y condominio Trump Ocean Club, inaugurado en 2011 por el ahora presidente de EU, Donald Trump.

La ONG Global Witness publicó un informe en el que indica que el gobernante y magnate inmobiliario ganó al menos 75.4 millones de dólares al vender su nombre al Trump Ocean Club, un enorme edificio con forma de vela invertida que alberga un lujoso hotel y más de 600 apartamentos con vistas al Pacífico en Ciudad de

Panamá.

La organización -con sede en Londres y Washington y especializada en destapar casos internacionales de corrupción y abusos de derechos humanos- asegura en el informe que varios agentes de ventas e inversionistas tenían relación con el narcotráfico y la mafia rusa, y compraron apartamentos en el rascacielos para lavar dinero.

El abogado y precandidato presidencial Ernesto Cedeño pidió a la Fiscalía panameña que abra “de manera inmediata” una investigación, “independientemente” de que el condominio lleve el nombre del presidente estadounidense, porque la investigación de Global Witness apunta a la presunta comisión de varios delitos en Panamá.

“Nuestra administración de Justicia tiene que estar a la altura de las circunstancias y tiene la obligación de aclararle a la comunidad internacional qué pasó en este país durante la construcción de ese edificio”, indicó Cedeño.

El abogado y exembajador de Panamá ante la OEA Guillermo Cochez reconoció por su parte que no le ha sorprendido el contenido del informe porque este “confirma lo que muchos ya habían dicho antes, que Panamá ha desarrollado buena puerta de su negocio inmobiliario a través de operaciones ilícitas”.

“No creo que sea el único edificio del país que esconda una truculenta historia detrás y tampoco creo que la gente de Trump fuese tan ingenua de no saber con quién estaban tratando”, indicó Cochez.

El informe menciona al colombiano David Murcia Guzmán, condenado en EU por blanqueo procedente del narcotráfico, y al brasileño Alexandre Ventura Nogueira, quien fue socio de Murcia y gestionó la venta de un tercio de los apartamentos del Trump Ocean Club.

Como lo informó ayer El sol de México, Nogueira, también procesado por fraude, fue una pieza fundamental en la comercialización del proyecto y contó con un equipo que a menudo dirigía sus ventas a compradores de origen ruso y de Europa del Este, entre los que, según ha reconocido el mismo Nogueira, había miembros de la mafia rusa.

Una investigación de Reuters y NBC News dieron a conocer la esteecha relación entre Nogueira e Ivanka Trump, a quien su padre encomendó el proyecto.