SANTO DOMINGO.-El expresidente Leonel Fernández presentó anoche su renuncia irrevocable en su condición de presidente y miembro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y anunció la creación del nuevo partido La Fuerza del Pueblo.
A través de un discurso de 40 minutos, Fernández la emprendió contra el presidente Danilo Medina y el Gobierno, manifestando que con dicho proyecto y el apoyo recibido en las primarias abiertas del pasado 6 de octubre, busca sumar a distintos sectores de la sociedad dominicana, deseosos de formar parte de una nueva organización política que abra sus puertas a la participación democrática.
Precisó que La Fuerza del Pueblo establecerá alianzas con otras organizaciones políticas, con la sociedad civil, con núcleos profesionales, con líderes sindicales y sociales, y de esa manera crear una fuerza de oposición tan potente que en poco tiempo contribuirá a reconfigurar el escenario político nacional.
“Con esa fuerza les haremos saber a los engreídos de Palacio que no se saldrán con la suya. Que al pueblo se le respeta, y que se preparen para escuchar por todos los confines del territorio nacional la consigna de que para el 20: ¡E´pá fuera que van!”, dijo el exmandatario.
Criticó Gobierno
En su mensaje difundido a través de una cadena de radio y televisión, Fernández aseguró que “el Gobierno se ha convertido en un ente rencoroso y vengativo, que acosa, que silencia las voces que se le oponen, que presiona y que no se sonroja para atropellar”.
Agregó que las elecciones primarias abiertas del PLD, celebradas el pasado 6 de octubre, constituyen una mancha y una vergüenza para la historia de ese partido, donde, según él, se emplearon todas las maniobras malignas hasta llegar a convertirlas en el primer matadero electoral automatizado del siglo XXI.
De igual forma dijo que lo que ocurre actualmente a lo interno del PLD, profundizado a raíz de las primarias, lo atribuye a la imprudencia, la tozudez y la creencia de que el poder no tiene límites por parte de algunos funcionarios del Gobierno, además de que el poder es para usarse y de que el poder no se desafía.
“Las fuerzas gubernamentales ni vencieron ni convencieron, y para intentar imponerse, sus miles de millones de pesos invertidos resultaron insuficientes, pues tuvieron que recurrir, en adición, a la realización de un fraude electoral”, expresó.
En tal sentido precisó que en la actualidad el equilibrio partidista se resquebrajó en el partido morado, indicando que la facción grupal, ahora en forma de categoría de Estado, se instaló en el Comité Político, a través de la creación de un cenáculo que para un partido de vanguardia recibió un nombre extraño e inapropiado: la “OTAN”.
Campaña en su contra
Leonel Fernández recordó que al abandonar el gobierno, en agosto de 2012, su nivel de aprobación llegaba al 74 por ciento, lo que según él sirvió, en realidad, para que sus adversarios, de adentro y de afuera del PLD, pusieran en ejecución una intensa y despiadada campaña de demolición moral que intentaba desaparecerlo del escenario político nacional, al tiempo de destruir su legado.
Agregó que con el tiempo empezó a verse claro que ese plan de descrédito era parte de un proyecto político, bien concebido, dirigido a perpetuarse en el poder, lo que luego propició la reforma a la Constitución en 2015, realizada con el único propósito de hacer viable la reelección presidencial.
“A pesar de mi oposición a dicha reforma, con la finalidad de mantener la unidad del PLD y de que se ganasen de nuevo las elecciones del año 2016, puse en segundo plano mis propios valores, creencias y forma de actuar. Acepté suscribir un acuerdo de 15 puntos, firmado por todos los miembros del Comité Político.
Sin embargo, ese acuerdo valió de poco a la hora de ejecutar medidas. Se incumplieron, de manera atropellante, varios de sus acápites, incluyendo, recientemente, el impedimento para que el compañero Demóstenes Martínez asumiera la Presidencia de la Cámara de Diputados”, argumentó.
El expresidente por tres periodos reiteró que la auditoria forense solicitada se haga siguiendo los estándares internacionales, precisando que la Junta Central Electoral no debe temer en realizarla experticia, asegurando que nadie la ha acusado de haber causado ese supuesto fraude.
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