La agencia estatal para el control y prevención de enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) han alertado del comportamiento “agresivo”y “poco común” de las ratas que abundan en diferentes ciudades del país. Tras más de dos meses de medidas de confinamiento, los animales han perdido los desperdicios de los restaurantes y muchas basuras de la calle, entre otras fuentes de alimento. Desde el organismo sanitario informan de que hay ratas urbanas comiéndose a sus propias crías para sobrevivir.
“Los confinamientos han llevado a una disminución de los alimentos disponibles para los roedores, especialmente en las zonas comerciales densas”, explica el CDC en sus últimas directrices de control de roedores. “Algunas jurisdicciones han informado de un aumento en la actividad de los roedores que buscan nuevas fuentes de alimentos. Los programas de salud ambiental y de control de roedores podrían registrar un aumento en la solicitud de servicios relacionados con las ratas así como informes de comportamientos poco comunes o agresivos”.
Agitación en tiempos de pandemia
En Nueva York se ha reportado un mayor nivel de agresividad, así como un aumento en los casos de canibalismo y de ratas comiéndose a sus crías. En Nueva Orleans, el atípico comportamiento de los roedores ha sido registrado por las cámaras de vigilancia. “Doy la vuelta a la esquina y hay unas 30 ratas ahí, en medio de la calle, dándose un festín”, dice a la cadena CBS News Charles Marsala, guía turístico de la calle Bourbon. En Chicago se han quejado por bloques de viviendas infestados de ratas en busca de nuevas fuentes de alimento.
Algunos expertos en roedores predicen un aumento en la agresividad de las ratas urbanas. Como afirma al periódico The Washington Post el especialista en roedores Bobby Corrigan, “muchas de las ratas de nuestras ciudades dependen de su comida nocturna, de los restaurantes, hoteles, bares, tiendas de golosinas y de todo lo que consumimos para llevar”.
El número de ratas por persona siempre ha sido una tasa difícil de medir. Según un estudio de 1949, la proporción era de 36 humanos por cada rata de Nueva York. En los años cincuenta la tasa estimada creció hasta una rata por persona, y luego volvió a descender hasta cuatro humanos por rata.
De acuerdo con los CDC, es común que haya agitación en la población de ratas durante los desastres naturales. El organismo ha publicado recomendaciones en cuanto a acciones preventivas, como “sellar el acceso a casas y negocios, remover los escombros y la vegetación pesada, mantener la basura en contenedores bien cubiertos y retirar de los patios la comida para aves y mascotas”.
Traducido por Francisco de Zárate