El juicio por el asesinato de Kim Jong-nam, hermano del líder norcoreano, Kim Jong-un, se ha desplazado este martes al aeropuerto de Kuala Lumpur —escena del crimen— a donde han trasladado a las dos acusadas, que afrontan una posible condena a muerte. En una vista atípica, ante el escrutinio de medios de comunicación y las miradas curiosas de los pasajeros, las supuestas asesinas han recorrido, junto al magistrado Azmi Ariffin —quien lleva el caso— y representantes de la acusación y defensa, los lugares claves donde tuvo lugar el suceso.
La vietnamita Doan Thi Houng y la indonesia Siti Aisyah —únicas detenidas por el asesinato— portaron, como es habitual en la llegada y salida a la corte que lleva el proceso, chaleco antibalas y en la parte final del recorrido al aeródromo fueron trasladadas en silla de ruedas debido al cansancio acumulado.
No obstante, durante la vista de este martes las sospechosas no recrearon el ataque.
El 13 de febrero de este año las presuntas asesinas envenenaron al norcoreano con el agente tóxico VX —catalogado como arma de destrucción masiva— cuando este intentaba imprimir su tarjeta de embarque para viajar a Macao, donde residía en el exilio.
La divulgación de nuevas imágenes en el marco del juicio contra las dos detenidas han aportado algo de luz a esta intriga de espías que parece sacada de la guerra fría.
LA RECREACIÓN DE LOS HECHOS
Sentados en el aeródromo, un hombre con gorra de béisbol y mochila negra impregna las manos de la vietnamita con el veneno, instantes previos al asesinato de Kim. Doan recorre una decena de metros con los brazos separados del cuerpo y las palmas de las manos hacia arriba hasta abordar a Kim por la espalda y restregar el tóxico en el rostro del norcoreano.
Tras un forcejeo con el asaltado, la sospechosa acude rauda hacia los lavabos del recinto, donde supuestamente se limpia a conciencia para librarse del ungüento mortal y emprender la huida.
Al mismo tiempo, Kim solicita ayuda a un policía y es trasladado a un recinto de asistencia médica en las instalaciones aeroportuarias, donde minutos más tarde perderá la conciencia y morirá camino a un hospital.
Además de las mujeres, el tribunal imputa el asesinato a cuatro hombres “en paradero desconocido” e identificados por las mujeres como “Mister Y” y “Mister Chang” —quienes dispensaron el veneno a las asaltantes—, “James” —quien las reclutó— y “Hanamori” —el coordinador del ataque—.
Los registros de las cámaras muestran como “Mister Y” y la vietnamita llegaron juntos al aeropuerto y esperaron en una cafetería durante casi una hora hasta que a las 8:58 la víctima hizo su aparición.
En otras imágenes obtenidas en un restaurante próximo, “Mister Chang” y la indonesia ultimaban entretanto los preparativos del asalto. Según expertos del departamento químico, el VX es un líquido oleoso incoloro y sin olor considerado por Naciones Unidas como arma de destrucción masiva. Una de las formas más efectivas para deshacerse de la exposición cutánea de este potente neurotóxico es someterlo a abundante humedad, precisaron los expertos químicos, lo que coincide con el comportamiento de las dos acusadas, que se apresuraron a lavarse las manos.
Las mujeres, que se declaran “no culpables”, aseguran que fueron engañadas y que creían que participaban en un programa de bromas para televisión. La defensa trata de reforzar ese argumento con otros vídeos, captados en un centro comercial de la capital malasia, mostrados en la sala y en los que la vietnamita Doan aparece realizando la misma presunta broma y disculpándose después con la víctima de la chanza.
Pero en contraste con esas escenas, el asalto a Kim “es agresivo, como un ataque”, señaló el oficial investigador Azirul Nizam, al incidir en que en ningún momento hubo intención de disculpa. Los servicios de inteligencia de Corea del Sur y Estados Unidos atribuyeron el crimen a agentes norcoreanos, mientras Pyongyang sostiene que Kim murió de un ataque cardíaco y acusa a Malasia de conspirar con sus enemigos.
El hermano fallecido de Kim Jong-un, con quien solo compartía padre, estuvo considerado en su día como el mejor posicionado para heredar la jefatura del régimen, pero cayó en desgracia en 2001 y desde el extranjero criticó el sistema de sucesión hereditario del régimen familiar.