Ni rusos, ni estadounidenses… Las armas ensordecen uno tras otro los intentos de mediación internacional para poner fin al conflicto en Nagorno-Karabaj. El fuego de la artillería de Azerbaiyán ha golpeado este fin de semana varias zonas residenciales de la autoproclamada república de Artsaj, territorio de Azerbaiyán habitado históricamente por armenios, poco después de que Estados Unidos acogiera a diplomáticos de Armenia y Azerbaiyán en busca de una tregua.

Sin embargo, los ataques en uno u otro sentido siguen dejando un reguero de víctimas, muchas de ellas civiles. El sábado, un niño de 13 años que falleció en un bombardeo fue enterrado en la ciudad azerbaiyana de Ganja. La artillería armenia golpeó ese mismo día otras localidades azeríes, según las autoridades de este país.

Mientras tanto, el Consejo de Europa investiga un vídeo en el que se ve una supuesta ejecución de dos soldados armenio por parte del Ejército de Azerbaiyán. Ereván afirma que ya ha identificado a los fallecidos. Bakú asegura que todo es un montaje.