Si bien las ventanas de doble acristalamiento ayudan a ahorrar energía, los científicos de Singapur han modificado el concepto para hacerlo aún más efectivo. En lugar de dejar un espacio de aire entre los dos paneles de vidrio, los investigadores han insertado un líquido que bloquea la luz y absorbe el calor.

Before and after photos of one of the smart windows, the bottom half of which incorporates the new technology

Desarrollada en la Universidad Tecnológica de Nanyang, la nueva “ventana inteligente” experimental consta de dos paneles de vidrio ordinario, el espacio entre los cuales se llena con una solución que consiste en un hidrogel patentado, agua y un compuesto estabilizador.

Durante el día, cuando la luz solar atraviesa la ventana, el líquido absorbe y almacena la energía térmica de esa luz. Esto evita que la habitación se caliente, lo que reduce la necesidad de encender el aire acondicionado. Además, a medida que el líquido se calienta, el hidrogel que contiene cambia de transparente a opaco. Aunque esto arruina la vista desde la ventana, también reduce la cantidad de luz visible que pasa a través del exterior, lo que ayuda a mantener la habitación fresca.

Cuando el sol se pone por la noche, el gel se enfría y vuelve a aclararse, liberando la energía térmica almacenada. Parte de esa energía pasa a través del vidrio y entra en la habitación, lo que reduce las demandas del sistema de calefacción del edificio. Y como una ventaja adicional, la ventana inteligente absorbe el ruido exterior un 15 por ciento más eficazmente que las ventanas tradicionales de doble acristalamiento.


Basado en simulaciones y pruebas del mundo real, se ha determinado que el uso de las ventanas podría reducir el consumo de energía en edificios de oficinas hasta en un 45 por ciento. La universidad ahora está buscando socios de la industria para ayudar a comercializar la tecnología, que se describe en un artículo que se publicó recientemente en la revista Joule. Los científicos de la Universidad de Loughborough de Gran Bretaña han estado trabajando en un sistema similar, aunque el suyo utiliza agua corriente. Una vez que el sol calienta el agua, se bombea por la ventana y se almacena en un tanque. Por la noche, el agua tibia se bombea fuera del tanque hacia las tuberías en las paredes, calentando el interior del edificio.

Fuente: Universidad Tecnológica de Nanyang