La superficie de la Tierra es famosa por ser un lugar bastante húmedo, pero un nuevo estudio sugiere que el manto alberga mucha más agua de lo que se creía anteriormente. Las observaciones de la actividad sísmica alrededor de la Fosa de Mariana han revelado que las placas tectónicas subducidas están arrastrando más agua hacia la Tierra, lo que podría cambiar nuestra comprensión del ciclo global del agua. La Fosa de Mariana es mejor conocida por ser la parte más profunda del océano, y se hunde hasta casi 11,000 m (36,000 pies) en su punto más bajo conocido.
Esto se debe a que la zanja es el lugar de reunión de dos placas tectónicas: la pequeña Placa de Mariana y la enorme Placa del Pacífico. Al ser más denso y más viejo, este último se desliza debajo del primero, lo que permite que vastas cantidades de agua de mar viertan a través de las grietas en la corteza terrestre y el manto superior. Pero no es solo un líquido. Bajo la temperatura y presión más altas a esa profundidad, el agua se puede bloquear en las rocas de la placa inferior como minerales hidratados, que luego se hunden más en el manto como lo hace la placa. Entonces, ¿cuánta agua termina ahí abajo?
“Las estimaciones anteriores varían ampliamente en la cantidad de agua que se subduce a más de 60 millas (97 km)”, dice Douglas A. Wiens, asesor de investigación del estudio. “La principal fuente de incertidumbre en estos cálculos fue el contenido inicial de agua del manto superior subducido”. Para obtener una mejor comprensión, los investigadores de la Universidad de Washington en St. Louis utilizaron una red de 19 sismógrafos desplegados en el fondo del océano alrededor de la Fosa de Mariana, respaldados por siete terrestres en las cercanas Islas Marianas.
Con esos instrumentos, el equipo escuchó más de un año de movimientos sísmicos para observar más de cerca la estructura y la velocidad de las placas. El equipo descubrió que la roca hidratada en el área se extiende casi 32 km (20 millas) por debajo del fondo marino. Estudios anteriores tomaron imágenes de estructuras subterráneas disparando ondas de sonido desde pistolas de aire de embarcaciones de investigación, pero éstas solo podían mirar una fracción de esa distancia.
“Las convenciones anteriores se basaron en estudios de fuentes activas, que solo pueden mostrar las 3 o 4 millas principales en la placa entrante”, dice Chen Cai, primer autor del estudio. “No pudieron ser muy precisos acerca de qué tan grueso es, o qué tan hidratado está. Nuestro estudio trató de restringir eso. Si el agua puede penetrar más profundamente en la placa, puede permanecer allí y descender a profundidades más profundas”.
Las observaciones sugieren que en la Fosa de Mariana, se captura y arrastra cuatro veces más agua de lo que los estudios anteriores estiman. Si esta tendencia se aplica a otras regiones similares en todo el mundo, entonces podría haber aproximadamente tres veces más agua en el manto profundo de lo que pensábamos. Eso encaja bien con el reciente descubrimiento de formas exóticas de hielo atrapado en diamantes, que también son evidencia de un manto más húmedo. Entonces, ¿dónde termina toda esa agua?
Se suele creer que la mayor parte se expulsa a la superficie a través de erupciones volcánicas, a veces a cientos de kilómetros de distancia. Sin embargo, el equipo dice que los nuevos hallazgos sugieren que entra mucha más agua de la que está saliendo, lo que puede ayudarnos a observar más de cerca nuestra comprensión del ciclo mundial del agua. La investigación fue publicada en la revista Nature.
Fuente: Universidad de Washington en St. Louis