Fue también en este Mundial en el que Adidas debutó como proveedor oficial de balones para el campeonato, una condición que todavía hoy mantiene. Lo hizo con el Telstar, modelo que tomaba su nombre del satélite televisivo lanzado en 1962, y que con su diseño de hexágonos y pentágonos blancos y negros estableció la imagen icónica del balón de fútbol. Para el Mundial que comenzará el 14 de junio en Rusia, la marca alemana ha recuperado el Telstar, aunque con las actualizaciones propias del siglo XXI. Dean Lokes, vicepresidente de Fútbol de Adidas, explica cómo evolucionó el diseño para el próximo Mundial: “cuando iniciamos el viaje de pensar cómo debería ser el nuevo balón, quisimos trasladar la idea original al presente. Se nos ocurrió entonces simular movimiento a través de píxeles, pero si ves los dos balones juntos puedes apreciar una conexión entre el año 1970, de donde parte la idea, y 2018”.

Pero no es su diseño lo más llamativo del Telstar 18, sino la tecnología que encierra. Según Adidas, la forma en que ha sido fabricado el interior de los balones, los hacen más simétricos, lo que unido a su superficie sin costuras, perfecto sellado y su textura garantizan una mayor precisión en el golpeo y el vuelo. Además, el balón incluye un chip NFC para acceder a contenidos exclusivos desde el teléfono móvil o tablet. Lionel Messi, uno de los encargados de la presentación oficial, aseguró que le gustaba “todo” del nuevo balón.

Ahora lo único que falta es que eche a rodar y medio planeta vuelva a sentir la emoción que acompaña a un evento deportivo único. Y ojalá este recuperar un balón mítico sea un indicador de que vamos a ver jugadores que intenten emular lo que hizo Pelé en México 70. Cuando el brasileño cuajó una exhibición tan deslumbrante que incluso Burgnich, el defensa italiano que le marcó en la final, reconoció: “Yo había pensado para darme ánimo: Pelé es de carne y hueso, como yo. Pero estaba equivocado”.