AFP y BCC
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, declaró el domingo un período de duelo nacional y dijo en un mensaje por televisión que fue “una tragedia y un desastre que no debió ocurrir”.
Además, indicó que se realizarán todas las investigaciones pertinentes para conocer cuál fue el origen de la estampida y para evitar a toda costa que un evento como este se vuelva a repetir.
Personas que presenciaron los hechos ya han dado su testimonio acerca de lo ocurrido. Entre sus relatos, han mencionado pilas de personas trataban de pasar por encima de otras, de manera que los paramédicos no podían ayudar a tantos sofocados por lo que solicitaban ayuda a los transeúntes.
“Había tanta gente empujándose, yo quedé atrapado en la primera multitud y al principio no podía salir”, relató a AFP Jeon Ga-eul, de 30 años, quien estaba tomando una copa en un bar en ese momento. “Salí a ver, y vi a la gente dando primeros auxilios cardio-respiratorios”.
Choi Seong-beom, del departamento de bomberos, explicó que “el elevado número de víctimas se debió a que muchos fueron pisoteados”.
“Las personas caían apiladas unas encima de otras como en una tumba. Algunos perdían gradualmente el conocimiento y otras parecían muertas en ese momento”, señaló un testigo a la agencia noticiosa Yonhap.
En una entrevista con la red local YTN, el médico Lee Beom-suk describió las escenas de tragedia y caos.
“Muchos transeúntes llegaron a ayudarnos. Es difícil describirlo con palabras. Los rostros de tantas víctimas estaban pálidos. Yo no podía sentirles el pulso o la respiración y a muchos les sangraba la nariz”, agregó.
Sube a 149 el número de personas que murieron aplastadas por estampida en Seúl
El periodista independiente Raphael Rashid, que se encontraba también en el momento del accidente, declaró para la BBC, lo que vio.
“Había decenas de miles de personas, la mayor cantidad que he visto en mi vida…hasta el punto de que nos aplastaron contra el pavimento.
Nadie entendía realmente lo que estaba pasando y algunos policías estaban parados encima de sus patrullas tratando desesperadamente de decirle a la gente que abandonara la zona lo antes posible”, dijo.
Park Jung-hoon, de 21 años, le dijo a la agencia de noticias Reuters que la situación estaba completamente fuera de control.
Moon Ju-young, también de 21 años, señaló que había demasiada gente. “Sé que los policías y los rescatistas están trabajando duro, pero diría que hubo una falta de preparación”, expuso.
A Ana, una española de 24 años, se le pidió que ayudara a tratar de reanimar a las víctimas mediante RCP, a pesar de que nunca antes lo había hecho.
“Había tantas personas que necesitaban gente común para hacer RCP. Entonces todos comenzaron a participar y ayudar. Teníamos dos amistades que sabían hacer RCP y salieron a ayudar”, comentó para la BBC.
“Tres minutos después o tal vez más regresaron llorando y con trauma porque trataron de salvar a cinco o seis personas, pero todas murieron en sus manos”, añade la española.
Las autoridades dijeron el domingo que no tenían una idea clara de lo que causó la estampida. La fiesta de Halloween era la primera en Seúl desde el inicio de la pandemia del coronavirus.