El Canal de Panamá es una vía clave en la navegación mundial. Su apertura hace poco más de un siglo transformó la transportación marítima y conectó de modo mucho más directo y rápido las urbes y centros del Pacífico con las del Atlántico. Miles y miles de personas e ingentes cantidades de mercancías han cruzado por el Canal de Panamá, una posición que además tiene un valor geoestratégico singular.
Pero el Canal enfrenta, literalmente, una fuerte escasez de agua.
Tanta que las autoridades panameñas han decidido establecer una tarifa especial adicional que todo barco que cruce el Canal deberá pagar como forma de proteger el abasto de agua en la región, que es clave tanto para la navegación como para el consumo humano.
De acuerdo a la agencia AP, el sobrecargo será de 10,000 dólares por buque de más de 125 pies (38 metros) de largo y se aplicará a partir del 15 de febrero, sin fecha establecida para su expiración.
Cerca de 12,000 buques cruzan el Canal cada año y de ese tránsito ser recaudan millones, cerca de 188,000 dólares por cada cruce en promedio, de acuerdo a AP.
La nueva tarifa, se indica, se justifica en que se ha registrado una singular reducción en el flujo de agua en la región, y dado que el sistema de esclusas del Canal implica el manejo de millones de litros de ella para permitir la flotación de los barcos, mucha acaba dulce siendo vertida en el mar.
Pero la región ha sufrido cierta carencia del vital líquido y el Lago Gatún, que es clave en la ruta del Canal, ha tenido bajos niveles de agua, tanto que en 2019 se debió limitar el número de navíos que cruzan la vía, algo que podría también suceder en 2020. El Lago Alajuela, que es otra es fuente de agua para el sistema, ha registrado bajos niveles también.
Por lo pronto, la tarifa de 10,000 dólares extra se cobrará, se afirma, para proteger la disponibilidad de agua dulce de la que dependen cerca de cuatro millones de personas que viven en el área de la Ciudad de Panamá, de acuerdo a Skynews y también para mantener la viabilidad del Canal en estas circunstancias.
La escasez de agua (2019 fue el quinto año más seco en siete décadas con lluvia cercana a 20% menos del promedio histórico) es sustantiva, tanto que el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, consideró que el cambio climático es ya una amenaza a las operaciones de esa vía interoceánica.
Ciertamente la nueva tarifa no hará que llueva, por decirlo así, pero se indica que creará un caudaloso flujo de dinero que, se plantea, ayudará a proteger la disponibilidad de agua, tanto para consumo humano como para la navegación. Y ese cargo de reducirá conforme suba el nivel del agua del Lago Gatún.