Nací en una favela, y la ropa que uso es una forma de resistencia. Mis tatuajes tienen un fuerte simbolismo; cada uno representa una de mis fuerzas. En el rostro me tatué el símbolo de Exu, uno de los orixás de candomblé, mi religión, y en el brazo me tatué el mapa de África para sentirme más en casa y recordar a mis ancestros. Ninguna de las prendas que uso cuesta más de dos dólares. Primero que nada porque soy pobre y, en segundo lugar, porque he adoptado una actitud anticapitalista”. Niázia Nascimento Ferreira, 26 años, artista CreditGabriela Portilho para The New York Times
“Me gusta pensar en la moda más allá del consumo o la moda rápida, como una manera de sentirme hermosa y cómoda. Creo que la ropa es buena para la autoestima. Es una manera más, entre muchas otras, de sentirse bien en el mundo. Intento incluir en mi estilo un poco de los lugares en los que he estado y jugar con la creatividad. La vida de por sí es tediosa, así que es positivo poder crear con tu propio cabello, descubrir sus colores. Como viajo mucho por mi trabajo, siempre tengo conocimiento de la obra de los artistas locales e incorporo artesanías en mi atuendo. Este collar, por ejemplo, se lo compré a un artesano en el Amazonas. Mi abrigo era de mi abuela —es japonés— y la bolsa es de una amiga muy querida. Las prendas tienen valor sentimental y me ayudan a recordar mis orígenes”. —Mariana Midori, 28 años, periodista—.Gabriela Portilho para The New York Times
Uso lo que me haga sentir cómoda y hermosa. Ser bonita para mí no es lo mismo que ser bella para los demás. Me gusta verme en el espejo y sentirme bien conmigo misma. Rasurarme la cabeza me ha dado una enorme sensación de libertad. La gente me pregunta si estoy en un tratamiento de quimioterapia o si tengo leucemia, pero no me importa. La gente de São Paulo se preocupa mucho por las apariencias y es muy individualista. En ciudades más pequeñas, la gente es más sencilla, se preocupa menos por el estilo y quiere disfrutar de la playa y la vida. Aprecio mucho de dónde vengo y quién soy. Me siento bien”. —Thaiane Veloso de Oliveira, 22 años, modelo—.Gabriela Portilho para The New York Times
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“Creo que lo más importante es inventar un estilo propio. Cuando veo un atuendo, primero observo si combina con quien soy, y después lo compro. Tengo prendas muy sencillas, desde artículos de segunda mano hasta otros más sofisticados”. —Vanessa Monn, 21 años, modelo—.Gabriela Portilho para The New York Times
“Me gusta investigar sobre el estilo, estudiar temas relacionados con la diáspora africana y usar todo lo vinculado con ella. Siempre busco subvertir el uso de mi ropa. Actualmente, por ejemplo, estoy usando una mascada como si fuera una blusa. Ayer me la puse en la cabeza y hoy en el cuerpo. Me hace feliz hacer mi propia ropa”. —Gislaine, 20 años, estudiante—.Gabriela Portilho para The New York Times
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CreditGabriela Portilho para The New York Times
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“Me gusta usar atuendos elaborados, ya sea para ir al súper o a una fiesta. Solo uso prendas personalizadas que encuentro en tiendas de segunda mano o que hacen mis amigos para crear una imagen única que exprese mi individualidad. Como una persona homosexual, negra, de la periferia y no binaria, crecí viendo en los medios cuerpos y ropa con los que no podía identificarme, pero eso está cambiando ahora. Cada vez más, veo gente de raza negra que rescata sus orígenes y travestis que ocupan sus espacios. Finalmente me siento acogido y representado, y espero poder hacer lugar para que otras personas también se sientan bien”. Luan Gurunga, 22 años, estilista y productor CreditGabriela Portilho para The New York Times
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“No sé cómo definir mi estilo. Me gustan las prendas cómodas que también sean estéticamente hermosas, pero que tengan anécdotas y recuerdos. La ropa que uso hoy es similar a la que usaban los niños de mi infancia en los suburbios de São Paulo. Quiero que la gente me vea y entienda que todos tenemos posibilidades infinitas de expresarnos a través de nuestro cuerpo”. Slim Soledad, 21 años, artista multimediaCreditGabriela Portilho para The New York Times
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“Vivo en São Paulo, a dos horas del centro de la ciudad. Siento que, cuando estoy aquí, debo estar mejor vestida que la gente ordinaria para que no me vean de manera sospechosa. Creo que toda la gente de raza negra pasa por la misma situación. Hago mis propios accesorios mezclando elementos de la naturaleza como rocas y conchas con materiales más urbanos como el plástico y el aerosol. En todo lo que uso intento incluir elementos de mis orígenes afroindígenas. Soy lo que uso, así que me gusta elegir cada prenda”. Shirlei Rosa Arantes, 22 años, empresariaCreditGabriela Portilho para The New York Times
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“A través de mi estilo cuento mi historia de manera simple y visual. Siempre uso prendas que sean parte de alguna anécdota en mi vida. Este collar, por ejemplo, se lo compré a un artesano marroquí en un viaje inolvidable. También prefiero comprar piezas de diseñadores brasileños con muchos colores, porque necesitamos un mundo más alegre. La moda es una manera de ponerse en contacto con la gente, hacer amigos o comenzar una conversación. La moda también es para que la gente se divierta y para entretener al mundo. Mi estilo me sirve de guía para jamás perder mi identidad. En efecto, es una marca personal”. Paula Nadal, 32 años, periodista CreditGabriela Portilho para The New York Times
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“Muchas de mis referencias vienen de la cultura queer, la cultura negra y del movimiento afropunk. Pero, antes que nada, me visto para molestar. Si el cabello rizado resulta molesto en su tono natural, lo pinto de rosa porque creo que es un color extravagante. Uso transparencias porque quiero que la gente vea mi cuerpo directamente, que vea mi estómago. Molesto porque quiero que me vean. Quiero que otras personas gordas me vean y se sientan bien con su cuerpo, que se sientan libres de usar lo que quieran. Quiero que entiendan que mi cuerpo es libre y quiero que ellos también lo sean”. —Eric Oliveira, 20 años, director de arte—.Gabriela Portilho para The New York Times
“No me preocupo mucho por mi estilo. Me gusta patinar por la ciudad, pasear con mi perro y sentirme cómodo. Me siento inspirado por lo que veo en la ciudad. Generalmente no compro ropa. Solo quiero tener lo mínimo necesario, como esta camiseta de mi universidad y estos pantalones cortos para andar por ahí”. —Bernardo Tronick Batista, 20 años, estudiante—.Gabriela Portilho para The New York Times
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El diseñador Jau Santoli usa un arete que dice “Fora Temer” (Fuera Temer). Es una declaración de protesta política contra Michel Temer, el actual presidente de Brasil. “Además de reforzar mi postura política, el arete expresa mi postura respecto de la masculinidad. Incluso antes de que se dirija a mí, la persona que me hable ya habrá entendido mis ideales políticos”. CreditGabriela Portilho para The New York Times