Seis ejecutivos venezolano-estadounidenses de la compañía petrolera Citgo, bajo arresto domiciliario en Venezuela, fueron encarcelados de nuevo por funcionarios del servicio de inteligencia (Sebin) la noche del miércoles. Este jueves, familiares y abogados denunciaron que solo saben que los ejecutivos están recluídos en la cárcel del Helicoide. “Mi papá está solo allá. Nos esteramos por los familiares de los otros de Citgo, cuando fueron llevándoselos uno a uno”, asegura Verónica Vadell, hija de Tomeu Vadell, desde Louisiana, Estados Unidos, donde vive la familia. A familiares de otro de los detenidos les dijeron que se los habían llevado para hacerles exámenes médicos.

La medida se produjo horas después de que Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por cerca de 60 países, recibiera el espaldarazo de Donald Trump en la Casa Blanca, así como del Congreso, en donde estuvo como invitado de honor del presidente estadounidense durante el discurso del Estado de la Unión. Un estrecho acercamiento del jefe del Parlamento venezolano con Washington, al que el régimen de Nicolás Maduro ha reaccionado muy mal y ha calificado de injerencia.

Tomeu Vadell, vicepresidente de refinación; Gustavo Cárdenas, jefe de relaciones estratégicas con los accionistas, así como del gobierno y asuntos públicos; Jorge Toledo, vicepresidente de suministro y comercialización; Alirio Zambrano, vicepresidente y gerente general de la refinería Corpus Christi de Citgo; José Luis Zambrano, vicepresidente de servicios compartidos; y José Ángel Pereira, el presidente de Citgo fueron detenidos en noviembre de 2017. Los habían llamado de la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) a una reunión de urgencia en Caracas. En el aeropuerto de Maiquetía los apresaron y los trasladaron a los calabozos de la Dirección de Contrainteligencia Militar.

Se les acusó de peculado doloso, legitimación de capitales, asociación para delinquir y concierto de funcionario con contratista por supuestamente acordar el refinanciamiento de la deuda de esta compañíael activo más valioso de la petrolera venezolana en el extranjero. Más de dos años después no se ha iniciado el juicio. En diciembre se les dictó una medida de arresto domiciliario a los seis.

“Esto es una violación a la libertad de las personas y ha sido una pesadilla para nosotros como familia. Tenemos 21 años viviendo en Estados Unidos y ahora estamos separados”, dijo Dennysse Vadell, esposa de Vadell, que es de padres españoles. En dos años ha podido verlo solo en tres oportunidades que ha viajado a Venezuela. “Cuando lo visité en agosto pasado al Dgcim, cuando cumplió 60 años, tuvo que levantar las manos y llamarme, porque no lo reconocí de todo el peso que había perdido”.

Washington ha exigido la libertad plena de los ejecutivos en varias oportunidades. El secretario de Estado, Mike Pompeo, lo reiteró el mes pasado. “Condenamos esta acción cruel e indefendible y exigimos que su larga e injusta detención llegue a su fin y se les permita salir de Venezuela”, dijo este jueves el representante especial para Venezuela Elliot Abrams. “Maduro y sus matones deben saber que habrá severas consecuencias si algún estadounidense es perjudicado”, también advirtió el senador Rick Scott.

El miércoles el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, reaccionó en su programa de televisión Con el mazo dando a la gira que ha realizado durante una semana Guaidó. Prometió represalias. “Cada vez que hacen algo, vamos a girar más a la izquierda y ver quién chilla”, dijo.

Citgo se convirtió en uno de los temas de mayor hostilidad para Maduro desde que Guaidó logró el año pasado tomar control de la filial y nombrar una junta ad hoc, que abrió un nuevo frente al choque institucional que vive Venezuela. La refinería estaba en riesgo de perderse al haber sido puesta como garantía para tenedores de bonos de PDVSA, una amenaza que adquirió mayor dimensión en el marco sancionatorio que ha impuesto Trump al régimen de Maduro, quien ha acusado al opositor de “robarse” la refinería. En tribunales, la junta designada por Guaidó llegó a acuerdos con los acreedores de los bonos, lo que le ha permitido mantener el control sobre este activo.