La pesca ilegal puede dañar el medio ambiente y arruinar los esfuerzos de conservación, y nadie quiere que los peces que compran contribuyan a ello. Se estima que una quinta parte de todas las capturas mundiales son ilegales, no declaradas o no reguladas. Europa importa mucho pescado de países como Tailandia, que hasta hace muy poco estaba en la lista de países con prácticas dudosas. Ahora ha mejorado sus métodos y la UE ha retirado su ‘tarjeta amarilla’. ¿Cómo cambió Tailandia las cosas y cómo pueden hacer lo mismo otros países? Lo hemos analizado en este programa de “Ocean”.
Las explotaciones pesqueras de Tailandia “estaban esquilmando el mar, sacando peces grandes y pequeños, eliminándolos en las temporadas de desove“, lamenta Jaroonsak Petchsri, Jefe de la Patrulla de Pesca Regional de Tailandia. En sus 30 años patrullando el mar ha visto cómo han mejorado las cosas en este aspecto.”En el pasado, realmente no teníamos mucho control sobre las pesquerías”, reconoce, pero “ahora, con las nuevas leyes, estas cosas han cambiado”.