Con las manos en alto y gritando “Las vidas de los negros importan” y “no disparen”, miles de manifestantes han vuelto a desafiar una noche más el toque de queda en Washington. Mantienen el pulso, pese a que en su combate contra el racismo policial han obtenido una primera victoria.
La muerte del afroamericano George Floyd ha sido recalificada como “asesinato en segundo grado” y no solo tendrá que responder ante la justicia el policía que asfixió al hombre, presionando su cuello con la rodilla durante más de ocho minutos, sino también los otros tres que contemplaron la escena sin hacer nada, acusados ahora de ayudar e instigar el delito.
Más de una semana de multitudinarias protestas, empañadas por la violencia y los saqueos, por toques de queda y el despliegue militar, han sido necesarias para que los manifestantes obtengan la inculpación de los cuatro agentes.
Para el fiscal general de Minesota, tras este paso, deberán darse otros en el mismo sentido. “No creo que este enjuiciamiento pueda rectificar el daño y la pérdida que tanta gente siente. La solución a ese dolor será lenta y el trabajo para construir la justicia y la equidad en nuestra sociedad será difícil”, dijo el fiscal Keith Ellison.
Obama dice que las protestas reflejan “un cambio de mentalidad” en EE.UU.
Para Barack Obama, lo que está ocurriendo refleja un cambio de mentalidad inédito en la historia de Estados Unidos. El expresidente también ha invitado a los jóvenes seguir adelante porque “tienen el poder de cambiar las cosas”.
“He estado oyendo en Internet debates en los que se opone política y participación a la desobediencia civil y la acción directa. No se trata de una u otra cosa. Son ambas, para lograr un cambio real”, señaló Obama.
El ministro de Defensa se opone al despliegue militar propugnado por Trump
Entretanto, la disensión se ha instalado entre el Pentágono y la Casa Blanca. El ministro de Defensa, Mark Esper, ha dicho que no apoya el despliegue militar vía un “decreto de estado de insurrección” propugnado por el presidente Donald Trump.
El anterior ministro de Defensa, Jim Mattis, también ha enfurecido al mandatario al acusarle de “dividir” el país. “En toda mi vida, Donald Trump es el primer presidente que no intenta unir a los estadounidenses”, señaló.
Al tiempo que el discurso político se hace cada vez más duro, en las calles disminuye la tensión. Los toques de queda se suavizarán y es posible que empiecen a levantarse desde este jueves si las noches siguen siendo tranquilas. En estos últimos días, más de 10.000 personas han sido arrestadas en todo el país.