El director del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), almirante (r) Sigfrido Pared Pérez, dijo que en estos tiempos la interceptación de teléfonos para escuchar conversaciones constituye una pérdida de tiempo.
“Yo he dicho en muchas ocasiones que la interceptación telefónica ahora mismo es casi una pérdida de tiempo, porque en primer lugar ya nadie habla por teléfono; tú chateas, y nadie usa un teléfono residencial, y cuando lo usa en lugares físicos es con extensiones, y eso es imposible también porque a menos que sea internamente no se puede intervenir”, afirma el funcionario.
Señala que los avances tecnológicos han permitido que las telefónicas tengan sus propias medidas de alerta y bloqueo de interceptaciones no autorizadas y el costo de realizar ese procedimiento ha hecho prácticamente desaparecer a los interventores privados.
“Un equipo de esta naturaleza cuesta mucho dinero; y no solamente la venta del equipo, si no también el software para darle actualización año por año, a parte del personal”, explica Pared Pérez.
Revela que además de esas trabas, las intercepciones no pueden ser masivas por el personal que se requiere para realizarlo.
“Para tu tener 50 teléfonos intervenidos debes tener un personal de por lo menos 100 o 200 personas, y el gasto que eso representa es una locura”, sostiene al afirmar que no es cierto que en el país haya miles de teléfonos intervenidos.
Sostiene que la cantidad de solicitudes de interceptaciones que se hacen puede lucir grande, pero en muchas ocasiones se debe a los mismos teléfonos que al vencer el plazo de entre una semana y 10 días, que es el tiempo que normalmente otorga un juez, se deben volver a requerir.
“Lo que pasa es que por ejemplo, que la Policía o el DNI pueden solicitar la intervención de 50 teléfonos, y a lo mejor de esos aprobaron 30, pero ya hay 50 solicitudes”, aclara.
Agrega que “si la Policía persigue a una banda de delincuentes, ellos siempre tienen cuatro, cinco y hasta 10 teléfonos; y si se tiene a uno de ellos todo aquel que se conecte va abriendo un abanico, y se puede solicitar hasta 150 teléfonos juntos. Si en una semana o 15 días la Policía no ha logrado desarticular la banda tiene que volver a solicitarlo, y en vez de 150 hay 300 teléfonos”.