En un adelanto de su primer vuelo a finales de este año, la Fuerza Aérea de EE. UU. ha publicado dos nuevas imágenes de su bombardero nuclear furtivo B-21 Raider que brindan nuevos conocimientos sobre el diseño y las capacidades de la aeronave altamente clasificada de 692 millones de dólares.
El 2 de diciembre de 2022, Northrop Grumman y la Fuerza Aérea de EE. UU. levantaron suavemente la tapa del avión de alto secreto que algún día reemplazará a la flota de bombarderos con armas nucleares de EE. UU. Fue un evento solo por invitación, con el B-21 dramáticamente, aunque no claramente, iluminado y solo una imagen lanzada al público.
Ahora, la Fuerza Aérea ha publicado dos imágenes más que fueron tomadas al mismo tiempo que la primera. Un primer plano de la cúpula del bombardero y una toma completa desde un ángulo más alto, nos brindan algunas pistas sobre el diseño del B-21, que aún está tan bien protegido que incluso sus dimensiones son un secreto.
Diseñado con lo que el gobierno de EE. UU. llama “alcance sin precedentes”, el B-21 Raider está destinado a poder llevar a cabo misiones de largo alcance desde territorio de EE. UU. sin necesidad de bases avanzadas y, quizás, con poca necesidad de reabastecimiento de combustible en vuelo. . Este rango es tan largo que se ha aconsejado al gobierno australiano que compre el B-21 para operar desde bases seguras en el sur del país, pero poder atacar objetivos distantes con armas convencionales.
Los otros hechos sobre el B-21 que ha admitido la Fuerza Aérea es que, además de misiones de ataque de largo alcance, puede usarse para misiones de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR), así como para ataques electrónicos, comunicaciones, y otras funciones. También tiene un alto grado de autonomía e IA que le permite operar sin tripulación y como plataforma de control de enjambres de drones.
Las nuevas imágenes confirman que el B-21 es una evolución del bombardero B-2 Spirit, combinado con avances radicales en tecnología furtiva. La diferencia más obvia es el color blanco grisáceo del nuevo recubrimiento compuesto absorbente de radar que, según se informa, es más efectivo y menos frágil que el recubrimiento anterior.
La imagen de cerca muestra que el recubrimiento es de un material compuesto que parece más tejido que ensamblado, con capas añadidas como cinta. Esto es particularmente evidente alrededor de las ventanas de la cabina, que tienen una forma más curva que las del B-2 para una mejor dispersión de las señales de radar reflejadas. El revestimiento alrededor de las ventanas ahora cubre todas las uniones y costuras para aún más sigilo.
La imagen del ángulo superior muestra que el revestimiento compuesto se extiende hasta las entradas del motor. Las góndolas del motor son más bajas y se mezclan más con el cuerpo, con las entradas contorneadas en lugar de una geometría marcada, lo que produce un ala y un fuselaje más suaves. El motor en sí está muy alejado de la entrada, probablemente para reducir la firma de calor, y la góndola encaja más en el cuerpo.
Dentro de la entrada está lo que antes parecía ser parte de la estructura del motor, pero ahora se revela que es una cubierta de entrada que se puede quitar antes del vuelo. La cola no se puede ver claramente, ni el motor se agota, pero la estructura de la cola parece estar más integrada en el ala y el cuerpo en lugar de la configuración distintiva de diente de sierra del B-2, aunque la vista no es lo suficientemente clara para decir con seguridad
En la parte trasera de los motores hay algunas estructuras geométricas planas que podrían ser una especie de conjuntos de antenas de enlace de datos por satélite o puerto. La Fuerza Aérea planea comprar al menos 100 B-21, y se espera que el primero entre en servicio en 2027. El avión reemplazará a los bombarderos B-1B Lancer y B-2 Spirit para 2040 y, finalmente, al B-52 Stratofortress en algún momento. en la década de 2050. Fuente: Fuerza Aérea de EE. UU
