Por Ariel Pérez Díaz

El anuncio de la sanción a Osiris Guzmán, quien hasta hoy fungía como presidente de la Federación Dominicana de Fútbol (aunque suspendido), ha generado cierta felicidad en la comunidad futbolística dominicana. Guzmán siempre fue visto como el amo y dueño de la organización, quien tomaba las decisiones y mantenía estancado el deporte en el país.

Hoy, la Federación Internacional de Fútbol y Asociados (FIFA) ha respondido las constantes denuncias que por años personalidades de la prensa y del fútbol dominicano gritaron hasta casi quedarse afónicos. Y esto recuerda la famosa frase de Winston Churchill, luego de la Segunda Batalla de El Alamein, cuando los aliados detuvieron el avance de las Fuerzas Africanas de Hitler: “Ahora, este no es el final. No es ni siquiera el principio del final. Es, quizás, el final del principio”.

La frase viene a colación porque hay que estar conscientes de que Guzmán nunca tomó las decisiones solo. Siempre encontró apoyo y creó alianzas con las personas que le rodearon. Durante años consiguió, junto a la Dirección Ejecutiva, quitarse del medio a sus opositores con sobornos y promesas, y creando asociaciones fantasmas.

El organismo internacional del fútbol debe estar al tanto de esto. Está por ver, si las auditorías que realizó FIFA sobre el Proyecto Goal han sido tomadas en cuenta para esta sanción. Dado que los cargos por suspensión sólo se refieren a “Sobornos” y “Conflicto de Intereses”, el primero, refiriéndose a posiblemente dineros que el expresidente recibió para votar a favor o en contra sobre la selección de la sede para el Mundial 2020 y el segundo, por utilizar las instalaciones del Proyecto Goal para actos políticos. Es decir, que podría haber mucho más en el futuro, quizás no tanto para Osiris, pero sí para sus acólitos.

A pesar de que esta noticia no elimina los graves problemas del fútbol dominicano, ha sembrado una semilla de esperanza. Muchos celebran ya en las redes sociales la caída de Guzmán. Pero la Hidra no tiene una sola cabeza. La FIFA debe continuar investigando, no sólo lo que se hizo con los recursos que durante años envió para la construcción de los campos de fútbol en San Cristóbal. También los que dio para la creación de una liga profesional a la que el principal banco del país le retiró su apoyo. Una institución bancaria que se conoce por su seriedad y compromiso en otros deportes y, sin embargo, con la FEDOFUTBOL sólo estuvo poco tiempo. Las razones escapan mi conocimiento, pero nada positivo puede haber detrás.

Es temprano para saber qué ocurrirá en la federación, pero una intervención de la FIFA junto al Comité Olímpico Dominicano aparenta ser el próximo paso. Y luego de que la casa esté en orden, entonces lo que seguiría es hacer unas elecciones limpias, en las que voten las asociaciones reales y no las que durante años apadrinó el señor Guzmán sólo para tener votos a su favor en las elecciones y asambleas generales.

La comunidad futbolística dominicana tiene jugando un partido en desventaja desde hace 20 años, pero ahora siente que tiene refuerzos importantes y un juez decidido a ser justo. En los encuentros de ida, los que amamos el deporte y hemos denunciado una y otra vez las injusticias, irregularidades y malas decisiones de una gestión que se jactó de poder y se creyó intocable, perdimos constantemente. Ahora toca el único partido de vuelta, con un juez que ya no tiene prejuicios ni favoritos (al parecer). Esperemos que no me equivoque mucho. ¡Que suene el pitazo inicial-final!