Sudáfrica tiene el mayor número de enfermos de sida del mundo y desde que surgió la epidemia de coronavirus, los médicos del país temen que este patógeno haga estragos entre los seropositivos que no han sido diagnosticados o no reciben tratamiento con antirretrovirales. Desde que aparecieran los primeros casos de contagio del nuevo coronavirus en diciembre en China, los expertos alertaron de los riesgos que el virus podría tener en los enfermos de sida, con un sistema inmunitario debilitado.
En especial en Sudáfrica, donde, según sus estimaciones, un tercio de los seropositivos no siguen tratamientos con antirretrovirales porque desconocen estar enfermos o porque se niegan a tomar sus medicamentos.
La epidemia de la COVID-19 ya está en el país –más de 1.700 casos y 13 muertos según las últimas cifras-, pero a falta de datos suficientes, los científicos son prudentes a la hora de hablar de riesgos para los enfermos de sida.
Realmente no sabemos qué va a pasar”, admite a la AFP el profesor Anton Stoltz, jefe del departamento de enfermedades infecciosas en la universidad de Pretoria.
Pero se pueden realizar extrapolaciones gracias a los trabajos de investigación sobre las respuestas de las personas seropositivas ante otras infecciones virales, añaden varios expertos contactados por la AFP.
“Se sabe que los pacientes seropositivos que toman antirretrovirales responden a infecciones virales como la gripe de manera similar que las personas que son seronegativas“, precisa Stoltz.
Por el contrario, los enfermos de sida no tratados con antirretrovirales corren más riesgos de contraer estas infecciones.
Los seropositivos que no saben que lo son o que no son tratados con antirretrovirales podrían correr riesgos altos de contraer la COVID-19″, estima la profesora Kogie Naidoo, del Centro para el Programa de Investigación del Sida en Sudáfrica.
Por lo que es más esencial que nunca “conocer su estado” serológico, declara a la AFP.
“Si el test (del sida) es positivo, comience los antirretrovirales el mismo día”, aconseja la especialista y añade que los que ya los toman deben “seguir al pie de la letra el tratamiento, asegurarse de que su carga viral ha sido suprimida y que, dado el caso, es bastante fuerte para afrontar una infección de la COVID-19 como una persona que no es portadora del VIH”.
En la clínica de Witkoppen en Johanesburgo, la consiga es la misma en este periodo de pandemia: “Hagan un test de detección del sida y tomen antirretrovirales”.