Familiares de altos militares presos del régimen chavista denunciaron este domingo su desaparición de las cárceles de máxima seguridad donde estaban recluidos. El episodio tiene lugar durante los ejercicios militares que lanzó el gobierno de Nicolás Maduro en Caracas y la frontera este fin de semana.
El general Baduel se encontraba en la prisión de máxima seguridad en Fuerte Tiuna desde junio del año pasado. El fallecido presidente Hugo Chávez, su compañero de camada en la escuela militar, lo metió preso en el año 2009 cuando era ministro de la Defensa argumentando que había “conspirado contra los ideales bolivarianos”.
mensaje. Raul Baduel, entonces ministro de Defensa, en una rueda de prensa en 2007 en Caracas (AFP).
Un día después de que la familia careciera de noticias sobre su paradero, su hijo Raúl Emilio Baduel, dijo a Clarín que no tenía información de dónde estaba su padre ni a dónde lo habían trasladado las autoridades carcelarias chavistas durante los ejercicios militares.
El general Baduel se ha convertido en una figura legendaria en el mundo castrense nacional. Es uno de los militares disidentes presos que mayor respeto inspira en los cuarteles. Ha estado en prisión desde hace once años en la cárcel militar de Ramo Verde, a 45 minutos de Caracas. También, en las tenebrosas mazmorras de la División general de Inteligencia Militar, la DGCIM, donde torturan a los presos políticos civiles y militares.
Pero desde hace ocho meses Baduel fue trasladado a una celda de máxima seguridad en Fuerte Tiuna, sede el Ministerio de Defensa y de la residencia de Nicolás Maduro, su vecino, quien no ha querido nunca vivir en La Casona, la residencia presidencial oficial.
Encerrado. Raul Baduel, en una imagen de la cárcel del Fuerte Tiuna.
En su celda de Fuerte Tiuna, el general Baduel se quejó de no poder ver la luz solar y de ser “picado por los mosquitos” porque la prisión no tiene aire acondicionado ni ventilación.
En una entrevista concedida a Clarín en su anterior celda de Ramo Verde, Baduel afirmó que se arrepentía de haber salvado a Hugo Chávez en la intentona golpista del 2002. Y acusó al ex presidente de haber traicionado las razones que motivaron el alzamiento militar del 4 de febrero de 1992 “al impulsar la corrupción a todos los niveles del gobierno chavista”.
El actual ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, no ha hecho mención de la desaparición de sus compañeros de armas de la prisión de máxima seguridad ni ha comentado la suerte que han tenido cuando elogió las maniobras militares, denominadas “Escudo Bolivariano 2020”, donde participaron miles de milicianos en ejercicios militares.