La pandemia de la covid-19 ha llegado a la Antártida, uno de los territorios más aislados y despoblados del mundo, en su extremo austral. El Ejército chileno, encargado de la base Bernardo O’Higgins, ha informado de 36 contagiados –26 uniformados y 10 civiles–, que ya fueron aislados y se encuentran en buenas condiciones de salud. A través de un comunicado, la institución castrense ha añadido que el recinto, una estación de investigación científica chilena ubicada en la región de Magallanes, ha sido ya completamente sanitizado.
Los enfermos presentaron síntomas y luego se confirmó el diagnóstico de coronavirus mediante exámenes de PCR. Los 26 uniformados corresponden a la totalidad de los que permanecían en la base militar. Los 10 civiles son “de una empresa contratista que se encontraba realizando trabajos de mantenimiento programados en la base”, según ha detallado el Ejército sobre su base área, que bajo estrictos protocolos había logrado por más de nueve meses mantenerse libre del coronavirus.
Contagiados en uno de los territorios más prístinos del planeta, donde la ocupación humana se encuentra regulada y limitada, los enfermos “se encuentran debidamente aislados y constantemente monitoreados con el apoyo de la autoridad sanitaria de la Región de Magallanes y Antártica Chilena, logrando hasta el momento contar con un diagnóstico favorable y sin ningún tipo de complicación asociado a la covid-19 por parte de nuestro personal”, ha agregado el Ejército en su declaración.
Los contagios en la base militar se confirman pocos días después de que la Armada chilena informó de que la tripulación del buque Sargento Aldea había iniciado una cuarentena preventiva al interior de la nave, luego de el registro de tres casos de coronavirus entre sus 208 tripulantes. La embarcación visitó la base Bernardo O’Higgins entre el 27 de noviembre y el 10 de diciembre.
Construida en 1948, la Bernardo O’Higgins es la segunda base chilena establecida en la Antártida. Instalada en una zona de condiciones climáticas extremas, ha prestado apoyo constante a todo tipo de estudios medioambientales y meteorológicos, de posicionamiento marítimo y seguridad.ADVERTISING
Campaña de vacunación
El brote de coronavirus en el territorio antártico chileno se produce justamente cuando aumentan las cifras de contagios en Chile, un país que arrancará esta semana la inoculación con la vacuna de Pfizer, según ha informado el Gobierno de Sebastián Piñera. Solo en Santiago de Chile, los casos han aumentado entre un 15% y un 17% en la última semana. De acuerdo al recuento de este martes, se registraron 1.699 nuevos casos en el país, con lo que el total de infectados desde comienzos de marzo llega a 589.189, con 16.217 fallecidos. Actualmente, hay 12.794 casos activos en todo el territorio y 2.564 hospitalizados.
Las autoridades sanitarias anunciaron el lunes que, al menos hasta el 4 de enero, toda la Región Metropolitana (la capital) se mantendrá en una fase de transición, es decir, con cuarentena los fines de semana, sin posibilidad de viajar a otras regiones. El toque de queda, en tanto, se ampliará en todo el país a partir del 26 de diciembre: no comenzará a medianoche, sino que regirá entre las diez de la noche y las cinco de la mañana. Es una medida que busca desincentivar las instancias sociales que propician la infección, sobre todo entre los jóvenes. Si al comienzo de la pandemia la edad promedio de los infectados era de 54 años, ahora es de 39.
De acuerdo a la información entregada por el ministro de Salud, Enrique París, esta semana llegarán a Chile las primeras dosis de la vacuna Pfizer. “Tenemos un convenio con Pfizer para recibir ahora, en diciembre, las primeras (20.400) dosis que usaremos en las regiones Metropolitana, Biobío, Araucanía y Magallanes. Son 9.875 personas las que se van a vacunar con estas primeras dosis”, indicó París en entrevista con el diario La Tercera.
“En enero recibiremos tres embarques más, de aproximadamente 86.000 dosis cada uno. En febrero serán otros cuatro embarques, cada uno de 129.000 dosis. En marzo serán casi 600.000. Y con el laboratorio Sinovac (…) son cinco entregas, que entre enero y febrero suman casi 10 millones de dosis”, informó París, que se mostró preocupado por las impresionantes aglomeraciones que se producen en estos días en los centros comerciales del país, previos a la Navidad.