La campaña electoral para las elecciones municipales a realizarse el próximo domingo 16 cerró anoche con un ambiente de alta tensión política con acusaciones cruzadas entre candidatos de la oposición y oficialistas.
Ejemplo relevante de dicha tensión es la denuncia hecha por dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de que Fuerza del Pueblo y otras organizaciones opositoras ejecutarán un plan de compras de cédulas haciéndose pasar por peledeístas, a fin de perjudicar al partido oficial.
La denuncia surge en momento en que los partidos opositores advierten de que el PLD ha alquilado viviendas en los alrededores de los colegios electorales para comprar cédulas a ciudadanos opositores o indecisos, y cuando la sociedad civil, la Iglesia Católica y la Junta Central Electoral se han pronunciado en contra de dicha práctica.
La oposición ha denunciado, además, que funcionarios del gobierno y congresistas amenazan a empleados públicos con cancelarlos si n o votan por los candidatos oficialistas, así como el uso de recursos del Estado a favor de éstos.
En ese sentido la oposición, encabezada por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), denunció que el Plan Social de la Presidencia de la República solicitó desembolsos por casi mil millones de pesos para compras de alimentos y electrodomésticos para distribuirlos con fines electorales.
Ayer, el vocero de Fuerza del Pueblo, Rafael Núñez, denunció que los ministros de Defensa, Administrativo de la Presidencia, Interior y Policía y de Turismo, así como Robert de la Cruz, asistente personal del presidente Danilo Medina, sostuvieron una reunión secreta en la que se trazaron planes para sabotear las elecciones del domingo.
Las denuncias de la oposición fueron entregadas de forma documentada a la Misión Observadora de la Organización de Estados Americanos, que ayer informó que las estudias en detalle para enviarlas a las autoridades correspondientes de la OEA.