17 años después del atentado terrorista en la pizzería Sbarro en Jerusalén, las familias de los terroristas que perpetraron el sangriento ataque siguen recibiendo recompensas de la Autoridad Palestina.
El 9 de Agosto del 2001, un terrorista palestino detonó su chaleco explosivo en la pizzería Sbarro en el centro de Jerusalén, asesinando a 15 personas, entre ellos 7 niños y una mujer embarazada, e hiriendo a 130.
El terrorista que portaba el chaleco era Izz al-Din Al-Masri y, a través de los años, su familia ha recibido más de 50.000 dólares como recompensa por su acto. Por otro lado, la terrorista que planificó el atentado e incluso llevó al atacante hasta el lugar fue Ahlam Tamimi, que recibió 16 cadenas perpetuas como castigo aunque fue liberada en el intercambio por la liberación del soldado israelí Gilad Shalit en el 2011. Por su tiempo en la cárcel Tamimi fue premiada con salarios de más de 52.000 dólares.
Por su parte, el cinturón explosivo fue ensamblado por el terrorista del Hamas, Abdallah Barghouti. Barghouti fue arrestado en el año 2013 y recibió 67 cadenas perpetuas, entre ellas 15 por el atentado en Sbarro. Durante los años ha recibido salarios por al menos 191.000 dólares.
Según establecen los mandatos de la Autoridad Palestina, todo terrorista encarcelado en alguna prisión israelí reciben salarios mensuales por su acto e incluso después de ser liberados. Además, la Autoridad Palestina paga también salarios fijos a los familiares de “mártires” que murieron realizando atentados contra israelíes.