Islandia decidió hacer un experimento en el que decidió reducir la semana laboral a cuatro días para conocer si dicho cambio favorecía a los trabajadores y por consecuencia, a las empresas.
La prueba fueron lanzadas por el ayuntamiento de Reikiavik y el gobierno nacional islandés tras la presión de los sindicatos y grupos de la sociedad civil.
Los ensayos de este experimento se diseñaron para que fueran neutrales en cuanto a ingresos tanto para el ayuntamiento como para el gobierno que los dirigía.
¿Cómo se realizó la prueba?
Más de 2 mil 500 personas en 100 lugares de trabajo participaron en dos ensayos respaldados por el gobierno; lo que representa aproximadamente 1% de la población en edad laboral del país.PUBLICIDAD
El primer ensayo tuvo lugar en la capital, Reykjavik, de 2014 a 2019 e inicialmente vio a los trabajadores de centros de servicio y cuidado de niños reducir sus horas de 40 a 35 por semana. Luego se expandió para incluir a los miembros del personal en la oficina del alcalde y los hogares de ancianos.
En el segundo, realizado de 2017 a 2021, 440 funcionarios de varias agencias del gobierno nacional redujeron sus horas. Sus roles cubrían tanto los patrones tradicionales de turnos de nueve a cinco horas como los de turnos irregulares.
Resultados de la semana laboral de 4 días
El estrés y el agotamiento percibidos, así como la salud y el equilibrio entre el trabajo y la vida privada, mejoraron significativamente en prácticamente todos los grupos.
Contrariamente a las afirmaciones de que trabajar horas reducidas podría ser contraproducente y optar porque el personal trabaje más tiempo, el análisis sugiere que, en general, no hubo una pérdida general de productividad o calidad del servicio prestado.
Ssegún los investigadores la productividad y la prestación de servicios se mantuvieron o mejoraron en la mayoría de los centros de trabajo incluidos en el experimento.
“El viaje hacia la semana laboral más corta en Islandia nos dice que no solo es posible trabajar menos en los tiempos modernos, sino que el cambio progresivo también es posible”, dijo Gudmundur D. Haraldsson, investigador de Alda, en declaraciones al medio británico The Independent.
Al ver cómo su semana laboral se redujo de 40 a 35 horas sin una reducción en el salario, muchos empleados dijeron que se sentían más positivos y felices en el trabajo como resultado del nuevo régimen.
“Este estudio demuestra que la mayor prueba de reducción de la jornada laboral en el sector público ha sido, en todos los sentidos, un éxito abrumador. Demuestra que el sector público está preparado para ser pionero en la reducción de la semana laboral, y que se pueden extraer lecciones para otros gobiernos”, dijo Will Stronge, director de investigación de Autonomy.
Islandia pone el ejemplo para otros
Los investigadores describieron el ensayo de Islandia como un «modelo crucial» de cómo se podrían organizar las empresas en otras partes del mundo.
Destacaron que en los años transcurridos desde que los sindicatos habían podido negociar el derecho a jornadas más cortas para 86% de la fuerza laboral islandesa.
“Demuestra que el sector público está listo para ser pionero en semanas laborales más cortas, y se pueden aprender lecciones para otros gobiernos”, dijo Stronge.