En Lombardía, la región más afectada de Italia, ya han muerto más de 12.000 personas por el coronavirus Covid-19. En la sureña Campania, sólo 300 y tiene una décima parte del número de infectados. En su capital, Nápoles, no se han registrado muertos por COVID-19 desde el lunes y no hay nuevas infecciones.
Esta región ha estado a la vanguardia de la búsqueda de un fármaco eficaz para tratar a los pacientes con Covid-19. En el centro de investigación de Pascale, el Dr. Ascierto inició un ensayo con tocili-zumab, un fármaco indicado para tratar la artritis reumatoide, y los resultados son alentadores.
El protocolo de actuación del centro ha despertado interés en todo el mundo y se ha convertido en el prototipo de muchos estudios internacionales:
“Estamos en contacto con estadounidenses, con colegas europeos que quieren saber de nuestra experiencia, de nuestro protocolo, qué hacemos y nuestras expectativas. Tenemos al menos un par de llamadas diarias de colegas internacionales”, explica el doctor Paolo Ascierto, director del Departamento de Melanoma e Inmunoterapia Oncológica del centro de investigación Pascale.
El éxito de la lucha contra la COVID-19 en Nápoles también se explica por la rápida construcción de nuevas estructuras. En el recinto del Hospital de Mar y en solo 30 horas, se ensambló una nueva unidad de cuidados intensivos con 72 camas.
Pero si un centro médico destaca en Nápoles es el Hospital Cotugno, la instalación más segura de Italia para los trabajadores sanitarios, donde sólo han sido infectadas.
“Este es un hospital de enfermedades infecciosas, desde siempre. En el pasado, tuvimos que manejar enfermedades como el cólera y el SARS, por lo que tenemos nuestros propios procesos de preparación, puesta, retirada, uso correcto del equipo de protección personal”, cuenta su director, el doctor Maurizio Di Mauro.
En solo 10 días, este centro de excelencia de enfermedades infecciosas se transformó en un centro Covid-19 y se añadieron 100 camas subintensivas en una nueva ala del hospital.
“Los doctores de este hospital han demostrado que es posible proteger a los trabajadores médicos del coronavirus. Todo lo que se necesita es el equipo adecuado y un escrupuloso respeto de las reglas para prevenir infecciones cruzadas. Situado en la región donde se estableció la primera escuela de medicina de Europa, que data del siglo X, todavía está dando una lección al resto del país”, concluye el periodista Luca Palamara.