Los servicios aduaneros del puerto de Hamburgo informaron este miércoles de que a principios de mes incautaron el mayor alijo de cocaína de la historia de Europa: 16 toneladas de droga. Por las mismas fechas, policías de Amberes descubrieron otras siete toneladas más. Unos fiscales holandeses anunciaron que la investigación apunta a que ambos cargamentos de cocaína tenían Róterdam como destino y que un sospechoso fue arrestado este miércoles en esa ciudad.
Los cargamentos interceptados por los servicios de aduanas de los puertos de Hamburgo y Amberes procedían de Paraguay y Panamá, respectivamente. En el primer caso, se trata de 16 toneladas de droga que llegaron a principios de febrero al muelle alemán ocultas en cinco contenedores. Según los funcionarios aduaneros, se trata de la mayor cantidad de cocaína confiscada en Europa. Otras 7,2 toneladas fueron localizadas en fechas similares en el puerto belga, y las mismas fuentes indican que el valor conjunto “es de varios miles de millones de euros”. La policía holandesa fue alertada de las incautaciones y este miércoles confirmó el arresto en Róterdam de un sospechoso de 28 años.
Los puertos de Hamburgo, Amberes y Róterdam suelen ser la ruta marítima de entrada de la droga procedente de Sudamérica en Europa. En esta ocasión, los empleados de aduanas alemanes sospecharon de una carga de latas de a de relleno para tapar agujeros en las paredes metida en un barco llegado de Paraguay. Habían recibido un aviso de la policía neerlandesa, y cuando vieron que la documentación del buque estaba incompleta y parte de la carga no cumplía los requisitos legales de transporte, decidieron investigar más a fondo. “Había latas auténticas y otras con productos distintos de los indicados”, según los investigadores, que ordenaron descargar el contenedor entero. Al revisar todos los envases vieron que en 1.700 de ellos había cocaína, y calculan que las 16 toneladas de droga halladas valdrían en la calle entre 1.500 y 3.500 millones de euros.
Paraguay se considera un país de tránsito en el tráfico de cocaína; desde allí operan bandas de la vecina Brasil. En el puerto de Amberes, la droga estaba oculta en un contenedor cargado de piezas de madera salidas de Panamá. El servicio neerlandés de aduanas sospecha que el detenido, responsable de una empresa de importaciones con sede en Róterdam, había encargado el envío de las 23 toneladas de cocaína incautadas en Hamburgo y Amberes.
Este mismo febrero, la aduana del puerto de Róterdam interceptó 1,3 toneladas de cocaína escondida entre granos de café procedentes de Brasil. Según la fiscalía, su valor supera los 99 millones de euros y la compañía que debía recibir el café era ajena al tráfico de drogas. En diciembre pasado, la aduana de Róterdam calculó que la cocaína interceptada en el puerto, el mayor de Europa, “ha pasado en los tres últimos años de 4.000 a casi 40.000 kilos”. Sin embargo, buena parte de la droga consigue entrar sin ser detectada, y de ahí que se haya formado un equipo integrado por expertos policiales, fiscales y los servicios gubernamentales que persiguen el crimen y los delitos financieros para que investiguen juntos.
Y este miércoles, la policía confirmó el hallazgo, en el mismo puerto de Róterdam, de otra tonelada y media de heroína —el mayor alijo de esta droga en la historia del país—, camuflada en una carga de sal del Himalaya procedente de Pakistán.