“Cuando el agua entró en las casas todo comenzó a flotar (…). Teníamos muebles en nuestra casa que ni siquiera eran nuestros muebles”, le dijo a CNN un damnificado de Mexico Beach.
“Es difícil de entender (…). Esto nunca estuvo en nuestra imaginación”, agregó.
Los cerca de mil habitantes de Mexico Beach sufrieron la devastación de uno de los cuatro huracanes con vientos más destructores en llegar a Estados Unidos en la historia.
Se estima que Michael pasó por esta pequeña población costera con vientos de hasta 250 km/h.
Rick Scott, gobernador de Florida, afirmó que hay cerca de mil rescatistas buscando personas bajo los escombros que dejó el paso del huracán Michael.
El jueves, se habían confirmado al menos cinco muertes relacionadas con el paso del huracán, cuatro en el condado de Gadsden, Florida, y una en Georgia.
Posteriormente se reportó la sexta muerte, al contar un hombre de 38 años que falleció este jueves en Carolina del Norte cuando un árbol cayó en su automóvil.
Autoridades de Florida afirmaron que más de 400.000 viviendas y negocios se quedaron sin electricidad en toda la zona del Panhandle, la región noroccidental de Florida, la más afectada por el huracán.
Unos 20.000 trabajadores fueron desplegados en labores para restablecer el servicio.
“El viento era tan fuerte que empujaba el agua a través de las ventanas y las puertas (…). Probablemente teníamos 1,5 cm de agua en mi casa y no había manera de evitar que entrara”, dijo Margaret Decambre, una gemóloga de 48 años residente de Panama City Beach, una población cercana a Mexico Beach.
Michael es el segundo huracán de categoría 4 que llega a Florida en 13 meses, después del huracán Irma el año pasado.
Un vecino aseguraba que parecía que “había explotado una bomba nuclear”.
De acuerdo con las autoridades, más de 370.000 personas en Florida recibieron órdenes de evacuación, aunque se estima que el número que salió de sus hogares fue mucho menor.
Y es que la noche anterior pensaba que llegaba un huracán categoría 2 y por la mañana se levantaron con la noticia de que se había convertido en uno de categoría 4 y casi 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson.